miércoles, 30 de noviembre de 2011

Mina La Zarza

Ormonde culmina hoy la entrega del proyecto de reapertura de la mina.

La compañía Ormonde España, filial de la irlandesa Ormonde Mining, finaliza hoy en la Delegación de Economía, Ciencia e Innovación de la Junta de Andalucía en Huelva la tramitación y entrega de documentos del proyecto de reapertura de la Mina de La Zarza en Calañas. La tramitación comenzó a finales del mes de septiembre con el fin de obtener la transferencia de la concesión de explotación de Nueva Tharsis a Ormonde España, la Autorización Ambiental Unificada y el permiso para explotar la mina de La Zarza. La empresa entregará básicamente cuatro documentos entre los que están incluidos el proyecto técnico de explotación, el estudio de impacto ambiental, la documentación de seguridad y el proyecto de restauración.

El proyecto se llevará a cabo de forma asociada con la empresa concesionaria de los derechos mineros, Nueva Tharsis, y el objetivo es reabrir la mina en dos años y medio y crear alrededor de 250 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos.
El representante y director técnico de la compañía en Huelva, Miguel Cabal, señaló que la empresa ha realizado investigaciones que certifican que la mina, cerrada desde principios de los 90, aún podría explotarse porque "hay bastantes recursos de cobre y de minerales polimetálicos".
Pero el proceso burocrático para ello es "lento", dijo, aunque añadió que, una vez conseguida la documentación, se necesitarían unos 26 meses para la construcción de la planta de la transformación de mineral, así como la adaptación del proceso a las necesidades medioambientales y legales. En un principio la empresa contaba con poder entregar el proyecto de apertura en el pasado mes de mayo, pero algo que pretende la explotación del yacimiento con unos ritmos de producción entre 450.000 y 600.000 toneladas anuales, "requiere de muchos estudios de ingeniería, un fin para el que se ha contado con la colaboración de la empresa Sadim, especialista en este tipo de trabajos", afirmó Cabal.

La mina de La Zarza se abrió, según ha informado el representante de la compañía en Huelva, en la época de los fenicios, manteniéndose en funcionamiento hasta principios de los años 90.
La empresa ha presentado cuatro permisos de investigación mineras en la zona que abarca desde Calañas hasta Cabezas Rubias con el fin de comprobar la existencia de yacimientos mineros y ver si éstos son viable.
Por otra parte, el coordinador de IU, Diego Valderas, pedirá la comparecencia parlamentaria del consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, para que detalle el estado de los proyectos mineros, pendientes en la provincia de Huelva, como Minas de Riotinto, que gestiona Emed Tartessus, La Zarza, que impulsa Ormonde, y Lomero-Poyatos, de la compañía Petaquilla Minerals.

H.I. 30/11/2011

viernes, 25 de noviembre de 2011

Breve Historia de un Gran Hombre (I)

Álvaro Alonso Barba

Salió de la Villa de Lepe el curita D. Álvaro Alonso Barba rumbo al Perú. Le atraían ensueños peruleros. Tenía entonces diecinueve años. Era curita de carrera breve y pensó en dar más aire a sus estudios en la virreinal ciudad de Lima. Quería ser allí cura de carrera larga. Iba por los caminos de Ayamonte, entre horizontes de viñas, almendros, higueras y olivos. Debajo de la sotana le temblaba un corazón limpio y ardoroso. De allí mismo, de aquella Villa de Lepe, de aquellas tierras de Huelva, salió la flota que mandaba el general Solís; en ella iban los marinos, los eclesiásticos y los administradores que descubrieron el Río de la Plata, los que hicieron sobre las aguas nuevas la señal de la Cruz y ensancharon el nombre de España en la Pampa inédita. Reinaba por entonces la gran Majestad de Fernando el Católico. De allí partió, asimismo, D. Diego de Lepe, el que tenía los ojos misteriosos para hallar tierras que ningún cristiano había entrevisto. A todos les acompañó la sonrisa ele la Virgen Bella, la Virgen de Lepe, Madre de santas leyendas y de milagros del Cielo. Cuando D. Álvaro Alonso Barba decidió irse al Perú, pasó entera una tarde en oración ante la Virgen Bella y le pidió protección en aquella larga aventura que iba a vivir en medio de las mil maravillas que había al otro lado del mar. Contaban los viajeros y no acababan; parecía que hasta el seso se les iba en relatos increíbles; venían cargados de asombros, de vuelta de Potosíes fabulosos y de mágicos Eldorados. En la Villa de Lepe era ya vieja la afición de la gente moza a trotamundos y a conquistar lejanías; se hablaba del Perú como de una tierra poblada de mitos, en donde el ánimo esforzado y la mente aguda podían encontrar inagotables ocasiones de ejercitarse victoriosamente. Don Álvaro Alonso Barba no era hombre dado a las codicias materiales; desde niño se le conocía generoso y desprendido; y si en plena mocedad sentía aguzársele el brío y encendérsele el alma, bien sabía Dios que le impulsaban luchas y curiosidades del espíritu, más que atracciones de orden inmediato y subalterno. Cuando llegó a Lima tenía veinte años. No bien quedó sometido a obediencia de las jerarquías eclesiásticas que rodeaban al Virrey, se hizo notar por el vigor y originalidad de su pensamiento, la austeridad de su vida, el poco aprecio que hacía de los provechos personales y la especial disposición que mostraba en el estudio de muchas disciplinas nuevas, así como en el examen de tantas y tan insignes rarezas como la mano de Dios había puesto en las tierras americanas. Es probable que esa particular inclinación de D. Álvaro Alonso Barba hacia el conocimiento de aquello que los demás no acertaban a descifrar moviera a sus superiores jerárquicos y a la administración del Virreinato a encomendarle ciertos trabajos en los que, andando el tiempo, había de brillar con verdadera excelsitud.

Continuará

martes, 8 de noviembre de 2011

Cuenca minera de Riotinto y Nerva

La Junta inscribe como BIC la zona patrimonial de la Cuenca Minera de Riotinto y Nerva (Huelva)

La Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, ha incoado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Zona Patrimonial, la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva, localizada en los términos de Minas de Riotinto, Nerva y El Campillo (Huelva), un conjunto patrimonial "único y excepcional" integrado por bienes diacrónicos y sincrónicos representativos de la evolución humana, y que son "reflejo de las diversas culturas y sociedades que han ocupado este territorio minero, uno de los más relevantes a escala mundial". Según ha informado la Junta en una nota, con la inscripción en el Catálogo de esta Zona Patrimonial se da protección a un amplio espectro de bienes de variada condición y naturaleza --de carácter material e inmaterial--, como la Corta Atalaya, el barrio de Bellavista, el ritual de la Esquila (actividad de interés etnológico, que consiste en el cante de coplas alusivas a la Virgen del Rosario por parte de un grupo ritual masculino), el Museo Minero de Riotinto o el Archivo Histórico Minero, entre otros. Se trata de "referentes de las formas de vida y de trabajo", de determinadas identidades colectivas, así como de unas formas de organización del territorio y de una evolución paisajística propia marcada por la actividad allí desarrollada a lo largo del tiempo. La Zona Patrimonial, por tanto, abarca diversos valores patrimoniales de tipo cultural y natural conexos entre sí, de carácter histórico, arqueológico, etnológico, urbanístico, industrial, arquitectónico, bibliográfico, paisajístico y ambiental, sin los cuales no puede entenderse la esencia de la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva. De los valores arqueológicos de la Zona Patrimonial resulta de interés destacar la existencia de numerosos yacimientos, que evidencian la ocupación y explotación del territorio desde las sociedades más antiguas, que se remontan a época calcolítica, como es el caso del dolmen de La Lancha, localizado en el término municipal de Nerva. De la edad del Bronce se conservan yacimientos como el hábitat de Tres Águilas o las cistas de la Parrilla. Ya de época romana, cuando la explotación industrial en la zona convirtió a Riotinto en una de las minas claves para sustentar al aparato estatal romano, se localizan, entre otras, las necrópolis de La Dehesa o Marismillas, los poblados de Planes, Tres Cruces o Corta del Lago, o las galerías de Corta Dehesa, Corta Salomón o Peña del Hierro. Asimismo, cabe señalar en la Cuenca Minera las singularidades urbanísticas y arquitectónicas originadas por la llegada de la Río Tinto Company Limited, importadas de Gran Bretaña y que responden a una racionalidad y concepto diferente a todo lo que había existido hasta entonces en la comarca, e incluso en la comunidad andaluza. Se realizan viviendas exclusivas para trabajadores de la mina, edificios dentro del propio pueblo para la Compañía, como la casa dirección, la casa de huéspedes o el edificio que contiene el Archivo Histórico de la Fundación Río Tinto, y se crea el barrio de Bellavista, un complejo exclusivo para los miembros del staff técnico británico. Con este expediente se han protegido, además, una serie de bienes muebles, de diversa naturaleza, que se encuentran dispersos en la Zona Patrimonial, aunque los más relevantes se encuentran en el Museo Minero de Riotinto y en el Archivo Histórico Minero de Riotinto. En concreto, en el Museo --ubicado en el antiguo hospital minero-- se conservan restos arqueológicos y maquinaria industrial, entre los que cabe destacar el conocido como el 'vagón de Maharajah', construido en 1892 para ser utilizado en los ferrocarriles de la India. El Archivo Histórico Minero, por su parte, guarda numerosos documentos generados por las distintas compañías que han explotado las minas de Riotinto. Su organización se inicia sistemáticamente a partir de finales de 1990, siendo un elemento clave en la investigación, conservación y difusión del patrimonio documental minero.

8/11/11. E.P.

Puerto de La Laja. El Granado

Cuando la sociedad Anónima de las manufacturas de Saint Gobain explotaba las minas de pirita de Cabezas del Pasto y herrerías, en el término municipal de Puebla de Guzmán, exportaba sus productos por medio de un ferrocarril de vía estrecha que unía dichas minas con un punto navegable del río Guadiana conocido como Puerto de La Laja, en donde se construyó un muelle de carga con gruas, maquinarias, etc.
Este muelle se construyó hacia el año 1885, aunque tuvo que realizarse hacia el año 1920 una remodelación del mismo debido al poco calado que tenía el primitivo y sobre todo al aumento de la producción de las citadas minas. Hubo que realizar dentro del río, pero junto a la márgen, dos pilas terminales de unos puentes cargaderos a cuyo costado atracaban los barcos y se coronaron esas pilas con dos gruas de vapor a una distancia entre ellas de 11 metros. La disposición del conjunto disponía de 8 tolvas de solera inclinadas, y la via alta unida a la general de las minas que corría sobre el muro de coronación en donde se procedía a la descarga del mineral, así como al pié de las tolvas donde estaban dispuestas dos vías de 0,50 metros, una para la carga directa de las piqueras que atravesaban el muro bajo de las tolvas, y la exterior para las maniobras y los vagones vacíos.
Las pilas-castilletes constaban de dos partes distintas, una de pilotaje, firmemente empotrada en macizos de hormigón que servían de anclaje, y el castillete propiamente dicho, formado por escuadra de acero, anclado por la cola en tierra, unido por el puente en alto a la plataforma superior del cargadero, y coronado por la grua.
La forma y dimensiones de estos pilotes y de su arriostramiento era la clásica utilizada en aquella época en todos los muelles del puerto de Huelva, como de las compañías de Tharsis y Riotinto.