sábado, 30 de junio de 2012

Almadén, Patrimonio de la Humanidad¡¡¡¡¡

La localidad ciudadrealeña de Almadén (Ciudad Real) ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, que celebra su trigésimo sexta sesión en San Petersburgo (Rusia). El alcalde de la localidad, el 'popular' Carlos Rivas, ha mostrado su satisfacción en declaraciones a Europa Press, donde ha indicado que "no ha habido ningún reparo por parte de ninguno de los miembros del Comité, que ha aceptado por unanimidad la candidatura".

Rivas ha señalado que el informe previo del órgano consultivo de la Unesco que recomendaba la candidatura "ha sido una ventaja", y ha aseverado que "por fin" se consigue esta distinción tras otros dos intentos fallidos en 2009 y 2010. Ha ido perfectamente, no ha habido reparo por ninguno de los miembros del Comité, se ha aceptado por unanimidad, era la tercera, había habido un informe previo del órgano consultivo que lo recomendaba, eso era una ventaja para la candidatura. Rivas ha subrayado que la denominación de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco "supone un reconocimiento mundial que llena a la ciudad de orgullo", y espera que gracias a esta nueva categoría "sea un recurso importante para Almadén y toda la comarca y se pueda potenciar el turismo".

La localidad ciudadrealeña se convierte así en la tercera ciudad castellano-manchega en alzarse con este título, sumándose a Toledo y Cuenca. La candidatura de Almadén se presentaba de manera conjunta con la ciudad eslovena de Idria, que comparte la particularidad del mercurio como recurso natural.

miércoles, 27 de junio de 2012

Barrio de Bella Vista


En 1.873, las minas "suelo y subsuelo" fueron vendidas a un consorcio inglés, creándose la Rio Tinto Company Limited. A partir de entonces empieza una etapa de esplendor para la zona, la cual pasa a tener una población de 20.000 habitantes. Ante este aumento poblacionat la Rio Tinto Company Limited se ve en la necesidad de construir viviendas para alojar a la población minera que llegaba de todas partes de España y Portugal; surgen entonces tipologías arquitectónicas como las del Alto de la Mesa, la trama urbana del Valle, o la colonia de Bellavista, donde se traslada la comunidad inglesa a finales del XIX para vivir según los cánones de la época victoriana (Avery, 1985), y es aquí donde radica la vital importancia de la aportación arquitectónica inglesa, no sólo en lo concerniente al barrio de Bellavista, sino a toda una serie de edificaciones de apoyo que contribuyeron de manera fundamental al desarrollo arquitectónico de la Cuenca minera de Riotinto.

En 1.883, el director de las minas de Riotinto, Charles Prebble decidió construir una barriada independiente de la población primitiva, para albergar en ella al creciente staff inglés, que ya se aproximaba a cincuenta familias. Para la construcción del barrio de Bellavista se eligió una pequeña colina de escoriales antiguos al oeste del pueblo, desde donde se dominaban pequeños valles y planicies. En pocos años surgió una comunidad británica, rodeada por un muro de piedra con dos entradas y guardianes en sus puertas, que vivía aferrada a sus tradiciones y de espaldas al pueblo nativo del que se distanciaría poco a poco.


El período durante el que las minas estuvieron en manos inglesas y principalmente entre 1.883 (comienzo de la Colonia Bellavista) y 1.936 (finalización de varios edificios singulares en El Valle) ha dejado una notable muestra de arquitectura típicamente británica marcada por sus proyectistas de los que sólo ha transcendido la identidad del arquitecto Alan Brace. Esta arquitectura incluye desde el conjunto urbano de la Colonia Bellavista con viviendas unifamiliares aisladas, pareadas y en hilera, una pequeña capilla y un club social, hasta edificios para oficinas, para residencia de visitantes, escuelas, Iglesia, mercado, etc., todo ellos en El Valle, pasando por construcciones industriales en relación a las actividades mineras dispersas a lo ancho del término. El estado de todas estas edificaciones es muy variable: muy pocos edificios mantienen íntegramente sus características originales, la mayoría han sufrido ligeras modificaciones, otros han perdido radicalmente su aspecto primitivo y por último, otras construcciones, sobre todo las industriales, se encuentran prácticamente en situación de ruina.

Bellavista se concibió como barrio residencial destinado a los miembros del staff de las minas. En su origen fue exclusivamente británico, pero a medida que cambiaban las empresas se extendió al staff españot aunque no perdió su carácter exclusivo. Además de viviendas pareadas y chalets, entre los edificios singulares que contiene destacan:

La Casa Consejo, residencia del General Manager (1882}. Su actual aspecto queda libre de pérgolas, y sin el ventanal de tres fachadas de Brace. Es un edificio de planta casi cuadrada, en torno a un patio central cubierto por un torreón a cuatro aguas con ventanales en sus paramentos verticales que iluminan el patio central. A los cuatro lados se abren estancias regulares y amplias y una noble escalera comunica con la planta alta, donde se repite el esquema de habitaciones dando a una galería con barandilla sobre el patio. La planta baja se destinaba a cocina, comedor y estancias y la planta alta a dormitorios.

Fue construida en la primera época para Charles Preble, entre 1.882-1.883. Es un edificio independiente, al contrario que el resto de las edificaciones del Barrio de Bellavista, de proporciones enormes y refleja el carácter que su propietario quería darle de "mansión del gobernador". No se han encontrado planos de la época, tan sólo unos de 1.928 relativos a la reforma que efectuó en ella Alan Brace (González Vilchez, 1981). En la reforma de Alan Brace se restauraron todas las chimeneas que calentaban a cada una de las habitaciones, se forraron con duelas de madera las jambas de las puertas. Se colocaron nuevas solerías de mármol y se diseñó una barandilla de hierro forjado para la galería sobre el patio. Aunque se puede considerar que su adición fundamental consistió en derribar el muro exterior sustituyéndolo por dos vigas pareadas de madera y sacar una adición formada por un espacio exento rematado por un cierro a tres caras.

Es de destacar la fuerte relación espacial buscada a la hora de generar la idea de la urbanización entre las viviendas y la naturaleza. Esta intención se hace patente desde el momento en que se elige la pequeña colonia a la cual debe su nombre la misma. Desde la misma se dominan una serie de pequeños collados y planicies en dirección Noroeste.