Emilio Romero. Cuando la Rio Tinto Company Limited (RTCL) se hizo cargo de los yacimientos de Riotinto,
una de las propuestas efectuadas por esta hacia el gobierno español fue
la concesión para construir un ferrocarril hasta Huelva, donde
pretendían levantar un muelle cargadero para el transporte de mineral de las explotaciones mineras de Riotinto.
Dicho muelle se construyó entre los años 1875 y 1878,
donde se producía la descarga de materiales necesarios para las minas
de Riotinto (madera, carbón, etc.) y, al mismo tiempo, la carga de
mineral con destino a Inglaterra para abastecer a las grandes fábricas
químicas para la obtención del ácido sulfúrico y otros productos.
Se tiene constatado que dicho muelle llegó a dar carga de
cerca de 2.000 toneladas diarias de mineral a los más de 600 vapores
ingleses que entraban en el puerto anualmente. Estos vapores
llegaban a tener un promedio de 20 personas. Durante la estancia de
estos vapores en puerto a la espera de la carga, el personal de los
mismos se encontraba en un lugar que no tenía los establecimientos
acostumbrados a encontrar en otros puertos para divertirse y resarcirse
de los días de trabajo en el mar.
Es por ello que durante algún tiempo se pensó por parte de la colonia británica y por los marineros en establecer algún método,
lugar de encuentro o centro, donde trataría de ofrecer a los marineros
una distracción, así evitando las innumerables tentaciones que pudieran
existir en esos momentos, buscar un punto de encuentro donde estos
marineros pudieran descansar, tener un lugar para tomar café o refrescos, leer la prensa o libros, escribir cartas a sus familiares, etc.,
como así que cumpliera otro fin que era el de poder ejercer el culto
propio de ellos, cosa que se venía haciendo de forma privada en casa de
uno de los miembros de la colonia británica por entonces, Mr.
Broadfoot, aunque esto supusiese ciertas objeciones a este tipo de
reuniones privadas y mas, en domicilios privados.
De toda esta idiosincrasia nace la idea de construir un edificio o centro que pudiera tener todas estas “comodidades”
para ofrecerlas a los marineros que llegaban a puerto y que iban a
estar un cierto tiempo en tierra mientras se producía la carga de su
buque.
Es así como se crea el llamado Seamen’s Institute, que tuvo
sus inicios a partir de una reunión celebrada el 17 de abril de 1889
(según archivo de la RTZ) entre los Sres. Matheson y MacFarlan,
que fueron los precursores de dicho centro con la ayuda de la compañía
minera. Aquí, mediante poder notarial se nombra a Mr. G.M. Speirs como
“director” de dicho centro.
El 27 de junio del mismo año se procede hacer la transferencia del terreno para su construcción ante el notario de la villa D. Emilio Cano
hacia los propietarios Sres. Matheson, MacFarlan y Speirs, formalizando
escritura y transfiriendo su interés a la empresa de Rio Tinto.
Nace por tanto una institución, similar a la ya existente de las mismas características en Bilbao,
donde se adopta el nombre de The Huelva Seamen’s Institute,
estableciendo una serie de reglas en las cuales contemplaban que habría
un Comité Director que estaría formado por 9 personas, de los cuales 6
serían miembros de la compañía.
El Instituto pretendía ser un lugar de recreación y entretenimiento
para los marineros de todas las naciones que frecuentaban el puerto de
Huelva, para los obreros ingleses enviados a Huelva y Punta Umbría y
para aquellos ingleses u otros trabajadores extranjeros residentes en
Huelva.
El primer comité (fechado en Londres el 8 de octubre de 1891 y firmado por H. Matheson) estaba formado por:
Mr. G.M. Speirs, agente commercial, como Presidente; Rev. W.B. Douglas
como capellán residente de la compañía en Huelva; Mr. W. Langdon,
director del muelle de embarque; Dr. W. A. Mackay, médico oficial; Mr.
A. Cough, agente pagador, como Tesorero; Mr. C.W. Adam; Mr. W.A. Bice,
agente comercial, como Secretario; Mr. J. Johnston, jefe de las escuelas
de la compañía en Huelva.
Fue con fecha, 18 de febrero de 1911, -según datos recogidos de D. Díaz Hierro- y por solicitud presentada al Ayuntamiento por el abogado don José Sánchez Mora, que llevaba la acción jurídica de esta Compañía Minera de Río Tinto,
se autorizó la licencia de obras a realizar en la fachada de esta
propiedad, cuyo edificio, comprendía, entre la Carretera Odiel, Duque de
la Victoria y calle Valencia.
Se construye por tanto en un lugar privilegiado por su visibilidad desde el Puerto
y con una estructura llamativa al ser ubicado en esquina con dos calles
principales de la zona, entre la Antigua carretera del Odiel (hoy Avda.
de Italia) y la calle Duque de la Victoria, comprendiendo una zona de
biblioteca (Reading-room), una capilla anglicana en el centro y en la
otra esquina una Escuela
Este edificio, según consta en los archivos de la RTZ de Londres, en 1930, por ejemplo, llegó a tener una gran asistencia, denotando una media de 300 personas al mes dependiendo del número de buques que llegaban a puerto.
Posteriormente dicho edificio pasa a utilizarse como punto de reunión de la colonia británica residente en Huelva, con diversos actos (véase La Provincia
6/01/1891; 28/12/1893; 31/01/1894 y 12/05/1894), así como promotor del
primer trofeo de futbol en posesión del Real Club Recreativo de Huelva
(Copa Seamen), que fue patrocinado como club por aquel entonces por esta
institución, así como escuelas nacionales en otro momento.
Con fecha 14 de enero de 1962, el entonces obispo de Huelva,
doctor Cantero Cuadrado, inauguró, en el edificio del antiguo Seamen´s
Institute de la capital onubense, cedido a la diócesis de Huelva por la
compañía de Rio Tinto, el Club Stella Maris de Huelva, bendecido por el
cardenal Bueno Monreal. Esta institución del Apostolado del
Mar, ubicado en la manzana conformada por la Avenida de Italia, y las
calles Duque de la Victoria y Periodista Luca de Tena, tenía escuela,
casino, habitaciones dormitorios y capilla evangélica. Era un hogar
abierto a los marineros, que les sirviera para paliar en parte su
desarraigo familiar y afectivo. El edificio fue inaugurado por el
Ministro de Marina, almirante Pedro Nieto Antúnez, el 14 de enero de
1962.
Pero pasados los años, fue desapareciendo todo este Apostolado del Mar,
con sus distintas instituciones, para dejar un hito histórico en este
enclave del último tramo de la calle Duque de la Victoria, quedando una
impronta del paso de la colonia inglesa en Huelva. Actualmente
desaparecido como tal no deja de ser uno de los edificios emblemáticos
de la última década del siglo XIX junto con lo que iba a construirse
posteriormente conocido como Gran Hotel Colón.
Una vez más, formando parte de este legado británico
desaparecido en nuestra ciudad como así ocurrió con la clínica de los
Dres. Mackay y Macdonald, clínica del Dr. Daniel, clínica de los Ingleses, 1º hospital de los ingleses, etc…..hasta cuándo?
Huelva Buenas Noticias, 19-12-2013
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