Con la presencia de las compañías mineras extranjeras a partir de las
últimas décadas del siglo XIX, se ve incrementada la colonia de
ingleses y alemanes en nuestra provincia, por lo que esto fue un acicate
más para los anglicanos y presbiterianos en buscar una solución a tener
un lugar digno en que descansar y celebrar sus rituales acordes a su
fe. Es por ello que se instauran los cementerios de Tharsis, Bella Vista (Riotinto) y Huelva, así como alguna capilla como la de Bella Vista en Riotinto perfectamente conservada al día de hoy.
En Huelva, la colonia inglesa realiza al Ayuntamiento de la
capital una primera solicitud de construcción de un cementerio junto al
católico de San Sebastián en 1868, por mediación de vicecónsul
inglés Eduardo Díaz. Esta petición estuvo basada y argumentada en el
aumento de súbditos ingleses en nuestra ciudad, pero fue desestimada por
las autoridades municipales alegando utilizar dichos terrenos para la ampliación del cementerio de San Sebastián.
No obstante, el vicecónsul inglés no ceja en su empeño y cursa nueva solicitud en marzo de 1874
(según consta en el expediente incoado de Cementerio Inglés en 1874 en
el Archivo Municipal de Huelva), esta vez con instancia a comprar dicho
terreno para la construcción del tan ansiado y demandado cementerio.
Para ello, el Ayuntamiento solicita un plano de demarcación del terreno a
ocupar, el cual se presenta y, que en virtud al examen posterior por
parte de las autoridades municipales, éstas dictan una serie de
requisitos que Eduardo Díaz estimó que no se deberían dar, puesto que ya
con anterioridad se había donado dicho terreno de palabra sin documento
de cesión.
En estos tiras y aflojas, el Ayuntamiento insta a que en un plazo estimado se debería pronunciar en la aceptación o no en cuanto a esa serie de requisitos,
por lo que el Vicecónsul, a tenor de las necesidades que imperaban
acepta las condiciones que se le imponían para la compra de dichos
terrenos.
Una vez más, aún ya cumplido los primeros requisitos, aparece
otro nuevo requerimiento en 1874 y era el de la modificación de los
planos presentados, donde se debería recoger, en base a una orden del
Ministerio de la Gobernación de 1872 y, que afectaba a la
construcción de cementerios y que se construyesen junto a los
cementerios católicos, que deberían tener una puerta de acceso distinta a
la del católico. Este fue otro inconveniente que llevó al Vicecónsul a
elevar una nueva propuesta de modificación del plano en función de las
dificultades de acceso que tenía el lugar propuesto por el Ayuntamiento.
De nuevo es rechazada dicha propuesta en abril de 1875.
Con la apertura de las Minas de Riotinto por la Rio Tinto Company Limited, la colonia inglesa en Huelva se ve incrementada
con aquellos que hacían las labores de embarque, así como otros
súbditos alemanes que llegaron a nuestra provincia, montaron negocios en
nuestra ciudad (pesquerías, industrias de abonos, etc.) e incluso
compraron terrenos para asentarse casi de una manera definitiva. Por
tanto, es posible que debido a esta gran presencia y a las insistencias
de parte del Staff de la RTCL residentes en la capital hacia las
autoridades municipales, contribuyera a una resolución definitiva de la
cuestión del cementerio, que se puede deducir a partir de la aprobación
del plano presentado y que dio lugar al comienzo de las obras en
noviembre de 1875.
Es así como el cementerio inglés de Huelva puedo construirse de
acuerdo a la normativa legal existente, pero a los pocos años, debido a
la expansión de la ciudad se plantea el traslado de ambos (cementerio
católico e inglés) debido a la ya cercanía de dichos cementerios al
centro de la ciudad y a las nuevas construcciones en sus alrededores.
Comienza por tanto un nuevo periplo en donde se tenía que trasladar a la
ubicación existente hoy día junto al actual cementerio de La soledad,
pero antes se debería resolver el tema de la permuta de terrenos (según
consta en documentos del Archivo Municipal de Huelva), por lo que en
enero de 1932 se acuerda dicha permuta, consistente en la valoración de
los terrenos ocupados hasta la fecha y los que ocuparía junto al nuevo
de La Soledad. Se debería clausurar el viejo (junto con el de San
Sebastián) y realizar el traslado de los restos a la nueva ubicación
bajo ciertas condiciones que puso el Ayuntamiento, donde destacaban que
sería el propio consulado el que debería efectuar la limpieza y el
mantenimiento del nuevo, así como otro punto (el cual nunca se llegó a
cumplir) consistente en que en el cementerio británico se destinaría
exclusivamente al enterramiento de súbditos ingleses.
Al final se construyó anexo al cementerio católico,
ocupando una superficie de 3.650 m2, con entrada independiente al
católico y bajo la custodia y administración del Consulado Británico, el
cual intentó transferirlo al Ayuntamiento de Huelva en 1998 (cosa que
no dio lugar) y es cuando, por reducción de los consulados (en este caso
el Consulado Británico en Sevilla) es transferido a la Iglesia Española
Reformada Episcopal que ostenta hoy día todas las competencias,
transferencia recogida en su día en un documento donde, entre otras
cosas, resaltaba que se debería hacer cargo de la preservación y
conservación del mismo, comprometiéndose para siempre en mantener la
identidad británica de dicho cementerio.
El deterioro y abandono de dicho cementerio a la
fecha es palpable y, ni con la idea que se tuvo en su momento de formar
una especie de sociedad entre las distintas colonias inglesas, alemana y
francesa para llevar a cabo una cierta recaudación para su
mantenimiento, ni con la persistencia llevada a cabo por Pedro Weickert e Isabel Naylor ante la Iglesia Española Reformada Episcopal han dado los resultados esperados para su adecentamiento.
Hay que tener en cuenta que la colonia inglesa y alemana en
Huelva se ha visto mermada en número y que esto no debería ser un
problema para que dicha Iglesia acometiese lo que en su día se
recogió en documento de transferencia, ya que al fin y al cabo siguen
siendo personas humanas las que se encuentran en dicho cementerio,
independientemente de sus ritos y creencias, es para muchos un símbolo
de la historia moderna de Huelva, que al igual que el cementerio
católico, se merece estar igual y que pueda ser visitado decentemente
por familiares lejanos a los que se encuentran allí enterrados o,
incluso más, poder ser un elemento integrante para el turismo, el
turismo de la huella inglesa en Huelva.
El ayuntamiento pedáneo de Tharsis se ha hecho cargo
sin problemas por parte de la compañía y otros, del cementerio de igual
índole ubicado en Tharsis; recientemente el ayuntamiento de Riotinto se
ha hecho con la propiedad del cementerio británico de Bella Vista, el
cual comenzará su rehabilitación en otoño próximo, es el de Huelva el
único de los tres cementerios británicos existente en la provincia el
que no se va a poder restaurar y adecentar?.
Puestos en contacto con la Concejalía correspondiente del
Ayuntamiento de Huelva, no existe ningún inconveniente por parte del
mismo en asumir el mantenimiento y adecentamiento del mismo, siempre y
cuando dicho cementerio revierta en propiedad al Ayuntamiento y es aquí
donde insto a ambas instituciones e incluso a los grupos, familias y
demás personas sensibilizados con el tema a que se ponga buena voluntad en ello para así ver pronto y en todo sus resplandor (como el cementerio católico) el llamado Cementerio Inglés de Huelva.
Llegado el caso, sería interesante que se pusieran en claro normas y
demás derechos administrativos para no llegar a una situación tal y como
ocurrió en sus comienzos.
¿No sería interesante que dicho cementerio tuviese un acceso por el
interior del católico (cerrando el acceso actual exterior), por lo que
estaría más reguarnecido y sería otro punto de interés turístico
para aquellos que visitan la tumba de William Martin y Sundheim,
encontrar al lado el acceso a las tumbas de personajes ingleses como
parte de la familia MacKay, Roediger, Kaesmacher, etc?., no
obstante esto sería una parte secundaria, ya que la principal desde mi
punto de vista es la rehabilitación de este espacio y su adecentamiento.
Al igual que en el cementerio católico se encuentra personalidades
onubenses ilustres, en el cementerio inglés se encuentran otros tan
ilustres que participaron en el resurgir de la provincia gracias a su
aportación en la industrialización y crecimiento de nuestra ciudad, como
ocurrió en otras provincias como Málaga, Bilbao, etc.
Llegado el momento (porque todos tenemos nuestro momento) los últimos
súbditos ingleses y alemanes anglicanos les gustaría descansar en dicho
cementerio, pero ¿en las condiciones en que está?, por favor…, un poco
de sensibilidad hacia estas personas, porque al fin y al cabo son
personas.
Para profundizar más sobre el tema, se recomienda la obra reciente de Consuelo Domínguez Domínguez (2013): “In Loving Memory”: Una mirada a nuestro pasado minero: Los cementerios británicos de Huelva.
Huelva Buenas Noticias, 23 de julio de 2013
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