sábado, 9 de noviembre de 2013

Henry Doetsch, aquel desconocido?



Henry Doetsch (31 enero 1839/25 mayo 1894) fue un industrial nacido en Alemania que vivió en Londres.
Heinrich Moritz Doetsch (se verdadero nombre) nace en el “Burghof” de Kärlich (casa solariega del siglo XVII que la familia tenía en Kärlich, Mülheim-Kärlich, Weißenthurm, Rheinland) el 31 de Enero de 1839, nieto de Johann Heinrich e hijo de Johann Balthasar Doetsch y de Anna Mannheim. Su padre, Johann Balthasar, al que apodaban en la familia el »Grüsschen« (Abuelito), era un jugador empedernido, hasta tal punto que en la familia contaban como éste en 1830, después de una noche en el casino de Bad Ems, perdió casi todas sus propiedades en el juego y volvió a casa a pie desde Bad Ems hasta Kärlich, con su cochero (sin caballos ni carroza), hasta sin las hebillas de plata de los zapatos. Dejó a sus dos hijos Heinrich Moritz y Caspar una herencia cargada de deudas, lo que puede aclarar por qué cada hijo mayor de las dos siguientes generaciones buscara trabajo en el extranjero, en España concretamente.
El hijo mayor, Heinrich Doetsch, que sufría de una afección pulmonar, buscó fortuna en el extranjero y cambió con 23 años el Rheinland por Andalucía, con la esperanza de que el clima cálido del sur mejorara su débil salud.
Heinrich llegó como un joven comerciante a Sevilla en 1862 por mediación de su tío Moritz Willmar-Doetsch de Frankfurt (hijo de Johann Peter Doetsch, 1771–1835), el cual mantenía en España en los años 20 y 30 del siglo XIX una sucursal de la casa comercial “Wilhelm Friedrich Jaeger” de Frankfurt y, además, mantenía relaciones mercantiles con los hermanos Rothschild de Frankfurt (su padre Johann Peter Doetsch había fundado el comercio en Frankfurt alrededor del 1790). Previamente Heinrich había pasado un corto tiempo de aprendizaje en Liverpool y Londres; posiblemente ya conociera alli al que sería más adelante su socio Willhelm Sundheim (1840-1903) de Giessen, el cual en 1865 se afincó en Huelva y en 1866 se había casado con  Justa de la Cueva y Camporedondo, hija de Don Fernando de la Cueva y Cáceres; con ella tuvo los hijos Guillermito, Justita, Fernando y Carlos (Carlitos). Justa provenía de la antigua familia “de la Cueva” de La Palma del Condado, su padre era el Gobernador Don Fernando de la Cueva y Cáceres, su abuelo el político y latifundista Don Justo de la Cueva y Vargas. Don Jorge Rieken, también hombre de negocios residente en Huelva, había introducido a Wilhelm Sundheim en la casa la Cueva. En 1865 se trajo Sundheim a Heinrich Doetsch a Huelva, para fundar una firma con él: La casa comercial  »Sundheim y Doetsch«.
La situación cambió con la ayuda de las actividades de la casa comercial »Sundheim y Doetsch«, a la que la provincia y la ciudad de Huelva debe agradecer la mayor parte de su auge. Una vez que la empresa construye, en asociación con la casa de Londres »Matheson & Co.«, la linea ferroviaria Zafra-Huelva (Compañía del Ferrocarril de Zafra a Huelva), facilitando la conexión a través de la estación de Jabugo-Galaroza, de la zona del nacimiento del Odiel, Murtiga y Huelva con la capital de la provincia, llega el momento en que se piensa también en un mejor aprovechamiento del mármol de la zona de Fuenteheridos que se utilizó, entre otros, para la decoración interior de el Escorial.

En »Fuente Heridos« se encontraba Villa Onuba (hoy en día parque público con una frondosa y especial arboleda), que era la residencia de verano que a menudo visitaban la familia Sundheim y, más adelante, Carlos Doetsch y su familia.
Doetsch llevó a cabo una patente en Canadá para el proceso de extracción del cobre de su mena, registradas en septiembre de 1879, por lo que se vio involucrado en la minería y en la producción de cobre de Río Tinto por el llamado “proceso Doetsch”. Doetsch salió de España en el otoño de 1884, después de que él había invitado a su viejo amigo Fred Burnaby a pasar un mes en Huelva. Unas semanas más tarde Burnaby renunció a todos sus compromisos, y partió para el Sudán. Las tres veces que le ofrecieron el título de »Marqués de Río Tinto« por el rey español Alfonso XII se negó Henry Doetsch. Fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Para muchos, Doetsch había sido un compañero de viaje de la Infanta María de la Paz y la Infanta Eulalia de España. Henry Doetsch fue sucedido en el Grupo de Rio Tinto por su sobrino Carlos Doetsch (1870 - 1951), quien se casó en 1902 con Justita Sundheim de la Cueva, hija de Guillermo Sundheim y Justa de la Cueva y Camporedondo. La pareja con los niños Mercedes y Jorge vivieron en Huelva y Madrid.
En Londres Henry Doetsch vivió como un financiero respetado en el 7 de la calle New Burlington. Un anfitrión generoso y soltero notorio así como un gran coleccionista de obras de arte para lo cual abrió su casa y una galería de arte a un público selecto e interesado. Todavía en España Henry Doetsch comenzó a recoger las imágenes de los viejos maestros. Mantenerse en contacto con Bernard Berenson, obras maestras de grandes pintores estaban reunidos en la colección: Tiziano, Veronés, Reni Guido, Dolci, Lorenzo Lotto, Vecchio Palma, Pontormo, Bronzino, Andrea del Sarto, Van Dyck, Rubens, Brueghel, Rembrandt, Frans Hals, Wouwerman, Clouet y Holbein. Doetsch fue un amante de puros habanos, murió de neumonía el 25 de mayo de 1894 en Londres.

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