» La historiadora Patricia Chapela Cabrera
ha puesto en marcha la iniciativa 'A Cielo Abierto' para apostar por el
patrimonio, el turismo y el desarrollo en la comarca.
Carmen Palanco. A Cielo Abierto es el nombre que destina Patricia Chapela Cabrera,
una historiadora onubense experta en patrimonio minero, a su sueño, a
su mar de inquietudes, a su empresa y digo empresa apuntalando su
sentido primigenio, el más puro, el que se distancia en ocasiones hasta
de la retribución económica. “Causa” quizás sea el término más justo.
Hay tres palabras que destacan en su lema; Patrimonio, Turismo y Desarrollo,
ciertamente estos tres conceptos se alcanzan en cada una de sus rutas.
Patricia nos oferta giras entre los enclaves mineros de un Tharsis que
de sus pasos resucita.
La historia y la senda, la vida pasada y el horizonte, qué fuimos y su mensaje. Chapela nos lo cuenta aderezado con lo que se ve y lo que se ve es lo que sienten sus ojos
sobre un rincón del andévalo donde la vida se vuelve mineral y el aire
aún retiene los ecos de la riqueza que precede al minero. Un pellizco de
la vieja Onuba que jamás debiera ser olvidado.
Me atestiguan los pasos que he dado entres cortas y atalayas;
Tharsis abre sus puertas en un espacio de extrema belleza, el primer
golpe de vista es impresionante, distinto, sobrecogedor, aún no me
acostumbro a lo que supone esa tierra que descubro guiada por A Cielo
Abierto. La vista se me acabará acostumbrando a sus ocres, a
sus laminados coloridos, a sus honduras y sus piedras, pero no me
acabaré acostumbrando a su historia, a sus detalles, a lo que voy
aprendiendo sobre la raíz del minero, sobre sus costumbres, sobre la voz
pasada de la mujer que esperaba al hombre que se tragaba la muerte en
una galería y la escupía cuando al acabar la jornada, la abrazaba de
regreso a casa; a los vestigios romanos, fenicios, griegos…a las
milenarias huellas, tan cerca de mis pasos, tan de mi presente si estoy
allí, ante esto una no se adiestra, es algo que crece cuanto más conoces
y esta hacienda contiene ese infinito. Patricia Chapela nos habla de
todo eso, nos conmueve alrededor de una clase magistral revolviéndonos
la conciencia, poniendo en valor nuestra riqueza a menudo arrumbada.
Acabamos entendiendo el concepto de patrimonio y lo que eran ecos de
palabras lejanas se convierten en una voz clara que nos alecciona sobre
la enorme cuantía que heredamos de aquellos que trabajaron su esencia.
Con el comienzo de este latido que nos cambia la perspectiva, ahora
concienciada, nos volvemos capaces de ajustar esa misma razón a nuestro
entorno cotidiano. Es una suma que trasmina, que se sitúa dentro de tu
propio espacio, es un prisma que va ampliándose con el que te vuelves
más de tu tierra de lo nunca creíste. Esto pasa cuando te hablan de la
importancia de estas cuestiones con la seriedad que requiere.
Los que alguna vez decidimos ir a su encuentro, los que vamos
cortas arriba tras su espalda, vamos andando en el amor a lo nuestro,
quizás para algunos de manera inconsciente, una inconciencia que se
resuelve en bienestar; el contacto con la naturaleza, el aire
puro, la convivencia con el entorno y los asistentes, y el sentido con
el que el alma se compromete con lo inmaterial, redondean las rutas.
Esto sólo se consigue si se expone desde dentro, y el adentro de
Patricia traza un puente firme e inapelable. No cae un dato en saco
roto, ella lo afianza, lo ha contrastado, lo ha medido al milímetro, no
cae una palabra en una odisea perdida, ella mima el contenido, lo
plantea según se requiere y lo expone de manera generosa, no se guarda
nada, ella quiere que se conozca la virtud de su tierra por encima de
cualquier cosa y con eso elabora el macerado de su empresa, tiene una
componenda inmaterial con cada piedra de Tharsis, una unión umbilical
que nos sirve de escalón para apreciar su consecuencia. A Cielo Abierto no va por los campos señalando legajos,
va reconstruyendo la historia con la que nos atraviesa en un intento
porque interioricemos lo que supone ser de donde somos y vivir donde
vivimos, en un intento por empujar un desarrollo en el lugar que lo
necesita, que sólo está entumecido y que va camino al movimiento de la
mano de estas causas, de estas ideologías, de la mano de personas con la
dignidad de Patricia. Gentes a las que anima para que vengan a
descubrir a esta veterana Onuba de esplendores y virtudes inabarcables.
Descubrámonos también a nosotros mismos, andemos nuestra sangre,
llamemos al de lejos, para que nos mire y nos recorra, orgullosos de lo
que tenemos sobre el horizonte y en nuestras profundidades. Permítanme
hoy, pararme en Tharsis, y sugerir que vayan alguna vez para que así
podáis enriquecer vuestro patrimonio intelectual y emocional. A ser
partícipe de una causa que nos concierne a todos.
Patrimonio, Turismo y Desarrollo en este caso llevado a la amplitud exacta;
amor a lo que queda y vive, cuido y respeto, acercado a las muchas
personas que vamos de la mano de Patricia Chapela a dejar una huella en
movimiento sobre la que se desarrolla la complementación justa, con el
recibir de la tierra y sus gentes y el ser dado a sus causas y a su
labranza. Venimos llamados por una abanderada que comienza su andadura
en las cimas de una historia que nos traspasa con las galerías en las
que nace.
Huelva Buenasnoticias, 27/12/2014
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