lunes, 7 de diciembre de 2015

Casa del Guarda, Punta Umbría

La Casa del Guarda, última construcción británica en Punta Umbría

El edificio se construyó en el año 1885, fue diseñado por A. Nystron y sufrió una modificación en 1892. Datos éstos de la historia del inmueble, pero también de la del nacimiento de Punta Umbría.

Imagen de una de las primeras casas de los ingleses en Punta Umbria. Foto: Archivo particular/RGM
Imagen de una de las primeras casas de los ingleses en Punta Umbría. / Foto: Archivo particular/RGM

Emilio Romero. La presencia británica en Huelva, una vez más, fue la precursora de otro episodio en nuestra provincia, más en concreto en Punta Umbría. La firma Sundheim y Doetsch, que tanta influencia tuvo en la compra-venta de las milenarias minas de Riotinto al consorcio liderado por Hugh Matheson, fueron los que alrededor de 1880 pusieron en conocimiento de la compañía la existencia de un lugar paradisíaco cerca de un pequeño pueblo de pescadores, Punta Umbría, para la ubicación de una serie de construcciones tipo sanatorio para el staff de la compañía. Esto fue bien acogido por la dirección de la empresa y el cuerpo médico lo vio con buenos ojos puesto que sería ideal su utilización como zona saludable para la desintoxicación de los trabajadores y miembros del staff de los humos sulfurosos desprendidos en las calcinaciones de minerales que se venían produciéndose en las minas.
Sundheim y Doetsch ya se hicieron construir un “bungalow” y, a partir de 1882, la compañía mandó a construir 11 edificaciones que, unidas a la de Sundheim (la cual fue adquirida en estas fechas por la compañía) formaron en principio lo que ellos llamaron Casas de la Salud.
No vamos a entrar en los pormenores arquitectónicos de las citadas casas o bungalows (para ello existen documentos técnicos y estudios de González Vílchez que desarrollan a la perfección este matiz), pero sí vamos a hacer hincapié en lo que significó y puede significar este tipo de construcción que hoy día han desaparecido por completo, a excepción de una, LA CASA DEL GUARDA, que pese a quien le pese es la única que existe de esta naturaleza, datada de finales del siglo XIX y que hoy día está aún en pie como el último vestigio de la arquitectura británica en Punta Umbría, sin confundirla con esa otra arquitectura de copia y pega o vernácula que trata de imitar la arquitectura de las casas de los ingleses.

La Casa del Guarda de la R.T.C.L. Foto: Pablo Fernández Rebollo
La Casa del Guarda de la R.T.C.L. / Foto: Pablo Fernández Rebollo.

En los libros de caja de la Rio tinto Company Limited (AFRT) ya aparecen anotaciones en octubre de 1881 sobre un sueldo al Guarda en Punta Umbría; también en septiembre de 1882 aparecen anotaciones contables referente a pasajes de enfermo a Punta Umbría anotados desde el departamento médico. Lo más interesante llega en las anotaciones de fecha de septiembre de 1884, donde aparecen imputados unos gastos administrativos en Punta Umbría haciendo planos de las casas a Alfred Nystrom. Dicho señor era el delineante contratado por la empresa con un sueldo anual de 200 libras según consta en el Staff Book nº 1 del Archivo de Londres (AFRT).
Siguiendo con la consulta de los libros de caja y en referencia a Punta Umbría, aparece una anotación de 31 de julio de 1885, en la página 138 que dice: “Casilla Guarda Punta Umbría, obra en construcción, Talleres Huelva” (1159,82 se supone que sería el coste de la misma en aquella época).
En el cierre del ejercicio de ese mismo año, como en cualquier contabilidad, se procede al inventario y valoración de los elementos muebles e inmuebles y es donde con fecha 31 de diciembre de 1885 aparece la anotación de “Valor Casilla Guarda Punta Umbría”. Es más, entre todas estas anotaciones aparece otra de fecha julio de 1892 señalando “Ampliación Casa Guarda Punta Umbría, obra en construcción”, así como muchas tantas otras anotaciones referentes a las distintas casas de los ingleses en Punta Umbría, también haciendo referencia a Thomas Clayton como diseñador de las casas número 14 y 15 (Staff Book nº 4, legajo nº 1614 AFRT).

Panorámica de la situación de las “Casas de los ingleses” en Punta Umbría. En primer plano a la izquierda la CASA DEL GUARDA. Archivo colección particular.
Panorámica de la situación de las “Casas de los ingleses” en Punta Umbría. En primer plano a la izquierda la CASA DEL GUARDA. / Foto: Archivo colección particular.

Está, por tanto claro que, la CASA DEL GUARDA en Punta Umbría se construyó en el año 1885, que fue diseñada o dibujada por A. Nystron y que sufrió una modificación en 1892, datos suficientes para poder escribir algo más de su historia, en la historia del nacimiento de Punta Umbría, que es digna de preservarse y conservarse al poderla considerar como el único elemento arquitectónico hoy día de la presencia británica en la localidad de Punta Umbría y que próximos a los 160 años de su construcción el pueblo de Punta Umbría, a buen seguro, que sabrá velar por estos valores y esta su historia. Recordemos caso similar en Huelva con la compra y rehabilitación de la que fue la casa del Dr. Macdonald, ejemplo de la sensibilidad por el patrimonio.
También hacer un llamamiento a la administración que debería tener en cuenta a la hora de contestar a la solicitud de inclusión en el Catálogo de Bienes Culturales que se hizo de la Casa del Guarda hace tres meses.

martes, 24 de noviembre de 2015

El COAH se suma al movimiento para salvar la Casa del Guarda de Punta Umbría

Los arquitectos solicitan, entre otras cosas, la conservación del edificio, que se destine a usos de interés público y su puesta en valor mediante su catalogación con protección integral.
23 noviembre 2015

 
El COAH se une a la defensa de la Casa del Guarda. / Foto: Pablo Sayago.
El COAH se une a la defensa de la Casa del Guarda. / Foto: Pablo Sayago.

Redacción. El Colegio de Arquitectos de Huelva ha manifestado su adhesión a la iniciativa popular ‘Salvar la Casa del Gurada de la Riotinto CO. LTD.’, la antigua casa del guarda, situada en la Punta de Los Ingleses, en la localidad de Punta Umbría.
El Colegio de Arquitectos interviene así, en un ejercicio de participación ciudadana, prestando su apoyo cualificado a los solicitantes e insta al Ayuntamiento de Punta Umbría a que cumpla con el deber de conservación de este edificio, que corresponde al Ayuntamiento como propietario del mismo; lo destine a usos de interés público; lo ponga en valor, mediante su catalogación con protección integral, e inicie los trámites oportunos ante la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta a registrar el edificio como Bien Inscrito con carácter específico como Lugar de Interés Etnológico en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz.

Los arquitectos piden la conservación y protección del inmueble. / Foto: Pablo Sayago.
Los arquitectos piden la conservación y protección del inmueble. / Foto: Pablo Sayago.

La iniciativa popular, que presentará una moción al pleno de municipal, está respaldada por 2.986 firmas, y pretende preservar esta casa inglesa que data de 1.885 y que es la única edificación que queda del conjunto de 14 casas del “staff” y tres “casas de guarda” que la compañía construyó en la Canaleta, Punta Umbría, por las cualidades de esta playa para sanar y recuperarse de enfermedades y afecciones propias de la actividad minera.
No solo el edificio es único, sino que forma parte de un espacio abierto en el que se puede observar toda la arquitectura de Punta Umbría concentrada: Torre Almenara, Casa inglesa, Iglesia de Lourdes y Casa Pérez Carasa, unificados por los jardines de Lourdes.

Rueda de prensa en la sede del COAH. / Foto: Pablo Sayago.
Rueda de prensa en la sede del COAH. / Foto: Pablo Sayago.

Frente a la desaparición del edificio original, urge la conservación obligatoria por ley. De aquellas casas de los ingleses no queda más que el recuerdo, han desaparecido por no haber sido adoptadas en el pasado reciente medidas para la protección de este patrimonio cultural y arquitectónico. El Ayuntamiento no puede plantearse, a juicio de los arquitectos, la sustitución de un edificio original por una réplica alejada de su emplazamiento natural, mientras éste sufre un abandono cuyo final podría ser la ruina del mismo.
La conservación del patrimonio es una obligación para con las generaciones venideras, pero también un enorme recurso para el sector turístico. Esperemos que esta iniciativa sea aceptada en el Pleno de mañana, demostrando la sensibilidad de los políticos para con lo que es suyo y de todos.

Huelva Buenas Noticias, 24/11/2015

miércoles, 7 de octubre de 2015

IV SEMANA DE ARQUITECTURA. HUELVA

Con el lema ‘Descubre tus recursos’, el Colegio de Arquitectos de Huelva continúa celebrando la IV Semana de la Arquitectura, que se celebrará hasta este viernes 9 de octubre. Una cita anual que incluye ponencias, mesas redondas y visitas abiertas al público, cuyas líneas de trabajo giran en torno a la transformación del territorio y el legado arquitectónico de la minería, la pesca, la agricultura, la ganadería o la industria.
Tras la apertura y la gala homenaje a los últimos 15 años de arquitectura en la provincia de Huelva, la Semana ha continuado este martes 6 de octubre en el Centro Cultural de la Caja Rural del Sur, donde se ha celebrado una jornada dedicada al patrimonio en los sectores de la industria y la minería. 
Imagen de la conferencia sobre el Muelle de Tharsis.
Imagen de la conferencia sobre el Muelle de Tharsis.
La apertura de la jornada ha correspondido al profesor Titular de la Universidad de Huelva y miembro de la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero, Emilio Romero, que ha ofrecido una conferencia titulada ‘El patrimonio minero e industrial en la provincia de Huelva’. Una intervención que fue seguida con mucho interés y a la que siguió la ponencia ‘El Muelle de la Compañía de Tharsis: de símbolo del progreso industrial de Huelva a prioridad máxima de conservación del patrimonio’, a cargo del arquitecto Antonio Madrona Mojarro y el Licenciado en Historia del Arte, Antonio Luis Andivia.
Participantes de la mesa redonda.
Participantes de la mesa redonda.
A media mañana ha tenido lugar una mesa redonda, en la que han intervenido los propios Emilio Romero, Antonio Madrona y Antonio Luis Andivia, así como el presidente de la Fundación Riotinto, José María Mantecón y la representante de la empresa ‘A Cielo Abierto’, Patricia Chapela.
Muelle de Tharsis desde Corrales.
Muelle de Tharsis desde Corrales.
Ya por la tarde, los participantes han tenido la oportunidad de disfrutar de un paseo en canoa por la ría de Huelva, visitando el muelle cargadero de minerales de la Compañía de Tharsis, de finales del XIX.
La Semana de la Arquitectura continuará con una Jornada de patrimonio en el sector pesquero con visita al Real de la Almadraba de Nueva Umbría en Lepe, este miércoles 7 de octubre; una jornada de patrimonio en los sectores agrícola y ganadero, y visita a la Redondela, el jueves 8 de octubre; y una jornada de patrimonio de los sectores productivos en el turismo onubense, el viernes 9 de octubre.

Huelva Buenas Noticias, 07/10/2015

domingo, 30 de agosto de 2015

HUELLAS BRITÁNICAS EN ZALAMEA LA REAL



Son muchas las huellas que aún persisten de la antigua e inglesa Compañía de Rio Tinto y que, evidentemente, ocupó un período histórico amplio muy conocido en toda la zona.
 

Fotocomposición realizada de algunas de las huellas de la RTCL en la provincia. Fuente: Fieldwork Riotinto.

Quizás, profundizando en esas huellas, algunos de nosotros nos limitemos  a situar la mayor parte de ellas, lógicamente, en Minas de Rio Tinto, como población donde se ubicó mayoritariamente  la colonia extranjera que conformaba el nivel superior de mando del ente, pero obviando que determinados y/o, similares muestras, quedaron también grabadas en municipios vecinos.

Al hilo de lo citado, es llamativa (valga el ejemplo) la Estación del ferrocarril RT-Zalamea inaugurada el 6-6-1904, plasmada actualmente en su centenario reposo, por los pinceles de Toti, -artista local que con sus famosos trabajos trasciende ya, (como Alcaide, en Nerva) el ámbito provincial- y cuyo edificio no disimula su foráneo diseño, hermanado con los de similares puntos en la misma línea férrea.
 
Inauguración de la Estación de Zalamea la Real en 1904. Col. Particular

Igualmente, desde la panorámica que ofrece el popular Pilar de Zalamea se visualiza en un altillo del terreno, donde se alzó hacia 1903, la construcción de ladrillos con amarillento color que debió servir como mercado.
 
El Pilar y al fondo el Mercado donde se celebró el banquete de la inauguración de la línea férrea. Col. Particular

Posiblemente, para acoger las "obras sociales" que promovió en la zona RTCL, a través de aquél durísimo Director, Mr. Arthur Carlyle, haya alguna más pero menos conocida. No obstante, las citadas perviven y ello es, meritorio de un pueblo.

No ocultas, aunque sin duda poco conocidas, la gente y tierra de Zalamea con sus empedradas calles y amplias casas con huerto desde el que penetraban los olores de entresacadas hortalizas, mezclados con el aroma del nardo y jazmín, le hacían hogar ideal donde mitigar la jornada de trabajo, tras el regreso de la Mina, degustando la clásica "manguara '', en asiento de cómoda silla de enea, y siendo testigos ambas partes (tierra y gente) del lugar donde han quedado impresas otras huellas humanas, en contraposición a las materiales, anteriormente descritas.

Entonces, ¿No valdría un apellido como el de GILBERT para afianzar lo expuesto?

Ocupado en la búsqueda de su origen y arribo a Zalamea es necesario recorrer un largo camino que, rebasando frontera, nos sitúe en el sur de Inglaterra, concretamente en Breage, localidad muy cercana al distrito minero comprendido entre Cambome y Redruth, donde el estaño y otros metales aprovecharon compañías como la East Pool, además de inventar o introducir las bombas Cornish, ingenios empleados más tarde en las explotaciones de Rio Tinto.

El agotamiento de yacimientos fue motivo de desempleo para la mano de obra ocupada hasta entonces allí y, consiguientemente, su dispersión hacia lugares de posible recepción y establecimiento familiar.

Como tantos en situación similar, Nicholas Gilbert, minero-picador nacido en 1829 en Breage, casado con Terence Thomas, de la misma edad y padres de 7 hijos (Elizabeth, Mary, John, Terence, Richard, Joseph y Thomas) aceptó ser contratado el 7 de Agosto de 1879, por la Rio Tinto Co., Ltd. para trabajar en su ocupación habitual, en Minas de RT (España) con salario de 120 libras/año e inclusión de vivienda, propiedad de la misma, en el barrio de San Dionisio.

Allí también encontraron trabajo sus hijos John, Richard y Thomas (todos como mineros del interior). Imaginamos que su trayectoria laboral debió ser normal, así como la conducta cívica llevada a cabo en una comunidad cerrada y condicionada al estatus social impuesto por la empresa propietaria para la que trabajaba. El cumplimiento de esta última, suponemos fue aceptable cuando en el año 1891, fatídico para él, desempeñaba el cargo de Capataz y devengaba un sueldo de 250 libras/año. Pero la "Hermana Muerte" le visitó el 16 de Marzo del mismo, sacándolo de este mundo al padecer la bronquitis que, presumiblemente arrastraba desde algún tiempo (¿posible silicosis?).

Está documentado que su asistencia y tratamiento no fue adecuada y la responsabilidad recayó en el Jefe del Deptº Médico, Dr. Raymond Courteen quien había organizado eficazmente el servicio médico de la Cía., pero que, precisamente en el caso que nos ocupa, recibió una grave censura del Consejo, informado de su reprobable actuación médica.

Al margen detalles y elucubraciones, la conclusión derivó en el deterioro de imagen del Dr. Courteen y el traslado del cadáver de Gilbert al Cementerio de San Sebastián en Huelva, según consta en el Registro Nº 62 de "Burials in the British Protestant Cemetery at Huelva -in the Diocese of Gibraltar".


Tumba de Nicholas Gilbert en el cementerio británico de Huelva, junio de 2015. Foto: Emilio Romero

Aunque de forma repetitiva es la primera, pero no la última vez, que el apellido lo encontraremos en Zalamea.

JOHN GILBERT. - Anteriormente citado como primer hijo varón de Nicholas. Nacido como su padre, en Breage, ingresó en la RTCL, en 12 de Abril de 1880, como entibador en el Deptº de San Dionisio con un salario de  96 libras/año.

Casó el 23 de Junio de 1883 con la zalameña, ANA WERT LIBRERO en la Parroquia de Sta. Bárbara, cuya unión fue bendecida por D. Antonio Muñoz Arteaga (aquel sacerdote que recreara Alcaide en su célebre cuadro de la masacre de 1888) cuando contaban 22 y 21 años respectivamente y viviendo en el Nº 12 del barrio de San Dionisio, domicilio en el que les nació un varón, llamado Juan Francisco, fallecido a corta edad, por angina, el 2-3-1884 siendo sepultado en el cementerio católico del mismo RT.

Posiblemente no sea demasiado mal pensar que la imperante "normativa social" llevada con rigor por la comunidad de la que John procedía, no era aceptado un "matrimonio mixto"...(¿Tal vez fue Ana una doméstica que enamoró al inglés o quizás el ardor juvenil de él olvidó las reglas...?.)

En cualquier caso, un año después de la pérdida de aquel primer hijo, es constatable que el joven matrimonio anglo-hispano trasladó su domicilio a Zalamea, dejando atrás  el problemático barrio de San Dionisio con sus infectos desagües y foco de enfermedades difíciles de erradicar, según lo consideraba el Dr. Courteen en informe que obra en los libros del archivo del Depto Médico de la época y, en la actualidad, custodiados por el Dr. Saldaña Manzana.

Aparte hipótesis de motivos barajados para el cambio de domicilio, -Desde San Dionisio a Zalamea- escasa duda ofrece admitir el beneficio que supondría para el devenir diario del matrimonio, a más de nacerle ya en Zalamea el 30 Abril de 1885 su segundo hijo, al que llamaron JOHN FRANCIS, asentado con el Nº 161 en el Registro de nacidos en el Vice­consulado británico de Huelva, como súbdito inglés (era común en el siglo XIX designar con el mismo nombre al hijo nacido con posterioridad al inmediato fallecido). Afortunadamente no fuimos contemporáneos a él, pero la imaginación es libre y si se mantiene dentro del debido respeto, las opiniones individuales solo pueden ser recíprocas. Por tanto, lo que seguirá deberá interpretarse como  simple soliloquio:

"En el transcurso de los años su especialización en los distintos trabajos mineros, lealtad a la Compañía, e igualmente concitando sobre sí la nacionalidad, que nunca perdió, debieron ser reconocidas condiciones para su promoción como Capataz y cuya presencia fotográfica quedó registrada, en la toma realizada hacia 1906 donde figura junto a todo el Staff inglés de la época, que preside el Director, Neil  Kennedy, en la segunda fila por arriba a la derecha de la misma con reloj de cadena sobre pecho.

Fotografía del Staff de la RTCL, realizada en 1906. En el centro Mr. Neil Kennedy. Col. Particular

Físicamente, su posado en ella denota a un ser de fuerte complexión, orgullosamente de aparecer entre compatriotas y muy a tono con la idea que particularmente tenemos, de determinados Capataces supervisando los antiguos tajos de mineral”.

El destino, que a cada cual nos reserva impredecibles consecuencias, fijó en el año 1913 el final de la vida de John Gilbert, arrebatada de forma trágica en el pavoroso incendio que surgió en el Pozo Alicia en la fría madrugada del 1 de Noviembre de dicho año.

Al ser de comunión católica, su enterramiento se realizó en el antiguo Cementerio de Rio Tinto, (hoy desaparecido) y señalizado el lugar con lápida idéntica a las erigidas para sus compatriotas, dos de las cuales aún se alzan hoy en el Cementerio inglés de Bella Vista.

Con ocasión del posterior fallecimiento de su esposa, ANA WERT LIBRERO, sus restos fueron exhumados y trasladados al Cementerio de Zalamea, donde como se verá se hallan, mismamente, los de su hijo JOHN FRANCIS.

Tengo para mí que, si al hallar vestigios de huellas estas se abandonan, deben compararse con apasionante libro abierto pero con inconclusa lectura. Por tanto, sopesando la longitud del camino a recorrer, las "marcas" ya encontradas incitan a su seguimiento.... y donde ellas finalizan nos llevan a ese inglés de Zalamea que fue, en versión española: JUAN FRANCISCO GILBERT WERT

Anteriormente quedó anotado les nació a sus padres, John y Ana, en Zalamea el 30-3-1885. Un escueto apunte en el viejo Libro de empleados extranjeros, de la Compañía,  detalla su nombre  y edad de  14 años, trabajando  en San Dionisio en 1899 si bien, se desconoce continuó al servicio de la misma, puesto que no figura en el listado general que data de 1914

Tenemos documentado el parentesco de primo-hermano que le unía a los dos hijos de su tía carnal, PATROCINIO WERT LIBRERO, (también residente en Zalamea y casada con otro inglés)

Añadir poco más de su discurrir en vida y sólo precisar que casó con Lorenza González Perea y, al fallecer el 22-12-1916 como consecuencia de "colapso cardiaco" en la calle Leandro Martínez, de la  repetida población, no tuvieron sucesión, según expresa su Acta de Defunción.

Podemos concluir que el seguimiento de las huellas GILBERT obligó a retrotraemos hasta dar con su abuelo Nicholas en Huelva, para finalizar en el Cementerio Municipal de Zalamea la Real donde un panteón cubierto, en la parte derecha de la entrada, indica el enterramiento de la Sra. ANA WERT LIBRERO, fallecida en 1923, además de los restos de su esposo e hijo.

Detalle del libro de enterramientos del Ayuntamiento de Zalamea la Real. Agradecimiento a Rafael Pichardo Pulido

Reiterar que esos restos fueron exhumados de lugares anteriores para, finalmente, en este últimos, compartir la paz eterna en la misma tierra que en vida unió a los tres. A pesar de lo cubierto por el polvo, no fue tan denso como para borrar unas huellas inglesas en tierra, tan andaluza como Zalamea.


Pedro Real y Emilio Romero