jueves, 26 de enero de 2012

Corta Atalaya

Cultura realizará una inspección para comprobar el estado de Corta Atalaya

El delegado provincial asegura que el mantenimiento de la cavidad corresponde a sus propietarios · Pedirá responsabilidades si la conservación del bien es deficiente.

Técnicos de la Delegación Provincial de Cultura se trasladarán hasta la Corta Atalaya de Minas de Riotinto para comprobar el estado de conservación del Bien de Interés Cultural (BIC) tras conocerse que el nivel del agua supera ya la mitad de la antigua explotación.

El delegado de Cultura, Ángel Romero, indicó que su departamento no ha recibido ninguna información sobre la situación en que se encuentra la cavidad, ni de los posibles daños o incidencias, y por ello los técnicos va a realizar un estudio para despejar cualquier duda.

El delegado de Cultura recordó que la conservación de la corta corresponde a su propietario, que debe proceder a su custodia y salvaguardia por tratarse de un bien protegido.

Romero señaló que su departamento realizará las acciones oportunas, una vez que se determine la condición del bien y en tal caso pedirá responsabilidades a su dueños, que "deben cumplir con la legislación" en materia de patrimonio cultural.

El cualquier caso, también compete al Ayuntamiento donde está situado el bien la conservación del mismo. Y es que la alcaldesa de Riotinto, Rosa Caballero (PP), ha mostrado su preocupación por el alarmante nivel de inundación y ha exigido a la Junta que inste cuanto antes a la empresa responsable de su mantenimiento a tomar las medidas necesarias para evitar que pueda producirse un perjuicio irreparable.

La Junta, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, inició hace un año el expediente para inscribir como BIC, con la tipología de Zona Patrimonial, la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva. Con la inscripción en el Catálogo, la Administración regional daba protección a una serie de bienes, entre ellos Corta Atalaya. La empresa Emed Tartessus, que pretende reabrir la explotación de cobre, ha vinculado la conservación de la cavidad a cielo abierto, seña de identidad de la Cuenca Minera, con la puesta en marcha de la mina.

H.I. 25/02/2012

lunes, 9 de enero de 2012

TOMÁS GALLART GONZÁLEZ Y LA MINA DEL TINTO-SANTA ROSA

A raíz de la investigación que lleva realizando la autora sobre la figura de Charles Kaesmacher (Lieja, 1874 - Sevilla, 1956) y su labor como ingeniero en las minas del Tinto y Santa Rosa, aparece la figura de Tomás Gallart González. En los tiempos que corren, resulta meritorio el trabajo y el tesón de este personaje, tan ligado a Valverde y a la minería de la provincia de Huelva, que merece un lugar destacado en nuestra historia. Tomás Gallart González nació el 13 de mayo de 1856 en Almuñecar (Granada).
A los nueve años se queda huérfano de padre y comienza a trabajar en una fábrica de azúcar por dos reales chicos. Con 13 años se dedicaba a arreglar las cinco máquinas de vapor de esta fábrica molinera por 5 reales. Con 15 años trabaja de día con las máquinas y de noche con los aparatos de fabricación. Así discurre su andadura como “pinche” en el taller y hace frecuentes viajes a Sevilla en barco para transportar la mercancía que producía la fábrica. De esta manera comienza a trabajar como aprendiz de mecánica moderna en el taller del Sr. Grosso, a donde se marcha con 20 reales. Para ayudar en la maltrecha economía familiar enviaba a su madre primero la mitad de tres pesetas diarias, luego un cuarto de pesetas y el segundo año 5 pesetas. Del taller del Sr. Grosso se fue a otra fábrica donde construían máquinas de vapor y montaban maquinaria. Al año de encontrarse allí trabajando obtiene uno de los mejores sueldos. Se encargó también de una fábrica, a 10 pesetas diarias y el dueño le encargó el montaje e instalación de las máquinas en la mina del Carpio, a 12’50 pesetas diarias con 19 años. Al mismo tiempo le encargaron la maquinaria de la mina de Cueva de la Mora, optando por quedarse en esta última, a 18’25 pesetas diarias. Ambas transportaban pirita cobriza. En 1883 se convierte en subdirector de las minas de Sotiel Coronada con un sueldo anual de 9.000 pesetas. Allí montó todo el taller: máquinas de tracción, el muelle y los aparatos mecánicos. Tenía la mina una población de 1.600 obreros.
Trabajó por cuenta propia la explotación de minas y beneficios de aguas ferrocobrizas y siendo subdirector de Sotiel se ganó con otros tres compañeros 9.000 duros con el arriendo de las minas del Carpio. A su salida de Sotiel (1893), después de explotar por arriendo la mina Peña de Hierro, con dos amigos extranjeros compró la mina del Tinto, con cuya explotación se habían arruinado varios empresas. Amplió a Santa Rosa, después de pagar el cable aéreo de transporte, las instalaciones de numerosas máquinas de vapor, los talleres, las construcciones. Obtienen numerosos beneficios los tres copropietarios explotadores con una población obrera de 600 familias aproximadamente.El cable aéreo se construyó entre los años 1896 y 1904. Pero no es hasta el año 1906 cuando se realiza su proyecto oficial por el ingeniero D. José Albelda para darle validez al mismo, una vez que la compañía “The United Alkali” compra la mina del Tinto y Santa Rosa. A partir del año 1909 se comienza a construir el ramal que unía las minas del Tinto Santa Rosa y Sotiel Coronada con la línea del Buitrón a San Juan del Puerto. Una de las locomotoras que tenía este ramal, la número 6, se llamaba Gallart.
Resulta curioso que en la Exposición Universal de París (1900) existiera una representación de las minas del Tinto y Santa Rosa, donde se expusieron muestras de minerales de pirita y de cobre. Las muestras expuestas eran, particularmente, de mineral “pobre” y de pirita ”amarilla” del Tinto, encontrándose restos de la explotación romana. También se exponían útiles, vasos y trozos de estructuras que databan de la época romana. Una corta de las minas, una carta geológica, los diseños relativos a una cable aéreo de 7 kilómetros de longitud y un puente suspendido, estaban expuestos en esta exposición.
Tomás Gallart era conocido como el “Marqués de Calañas”, fue el primero que trajo la electricidad a Valverde del Camino y suyo era uno de los primeros coches que circularon por nuestro pueblo. Se caso con Fernanda Nieto, natural de Lora del Río, con la que tuvo varios hijos, que se exiliaron a México y a la Argentina. Una de sus hijas, Fernanda, se casó con un belga, Guillermo Boeck, quién posiblemente sea el joven que aparece en la postal que ilustra este reportaje.Como prueba a su heroicidad en el rescate de un obrero siendo él maquinista, se le otorgó la gran Cruz de la Orden de Carlos III, posiblemente coincidiendo con la visita de la Regente María Cristina y de su hijo Alfonso XII a Huelva para la celebración del IV Centenario del Descubrimiento de América(1892).

Aurora Montín. Historiadora. Valverde del Camino. Huelva.

sábado, 7 de enero de 2012

Re-edición "Piritas de Huelva"


Nos ha llegado una buena noticia y, es que gracias a la labor de Ediciones Consulcom, previa autorización de la familia de D. Isidro Pinedo Vara, volvemos a ver una edición nueva de la gran obra de este Ingeniero de Minas, "PIRITAS DE HUELVA". La presentación de esta nueva edición se llevará a cabo el día 12 de enero en el salón de actos del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Minas de Huelva.

Consulcom es una empresa netamente onubense que está dedicada a la re-edición de libros agotados a demanda, donde se pueden ver más en: www.librosagotados.es.

Felicidades por esta idea !!

Breve Historia de un Gran Hombre (y V)

Álvaro Alonso Barba

Hombre que había encontrado minas de oro y de plata y que, en sus andanzas por los cerros del Potosí, por las montañas de Los Lipes y por los espinazos de los Andes, recogió, como espigas en años de abundante cosecha, piedras preciosas de la más varia hermosura, sin duda llegaría a acumular riquezas materiales; pero nunca las quiso si no era para dedicarlas a los muchos gastos que le ocasionaban sus nuevos trabajos e incesantes investigaciones; de suerte tal, que cuando era ya viejecito y apenas podía tenerse en pie para decir misa, vivía en la más limpia pobreza, sin otro tesoro que su cama de madera, su sobrio yantar, la contemplación de aquellos inmensos horizontes que nadie conocía como él y la otra contemplación, más pura y más dulce, del Cielo abierto sobre el gigantesco lomo de los Andes.

Pobre había nacido y pobre murió; pero en su última hora le rondaban las riquezas más codiciables: las de la inmortalidad entre los hombres y las de una eterna bienandanza en la luz de Dios.
Así pasó a la gracia D. Álvaro Alonso Barba, de la Villa de Lepe, aquel que salió por los caminos de Ayamonte, entre horizontes de viñas, almendros, higueras y olivos; aquel que debajo de la sotana de clérigo recién ordenado llevaba un corazón limpio y ardoroso, y debajo de la teja sacerdotal una mente como un sol.


Artículo escrito por M. Aznar en la Revista Minería y Metalurgia, allá por el año 1940, referente a Alonso Barba y su gran obra "El ARte de los Metales"