viernes, 26 de marzo de 2010

Wilhelm Sundheim

Aunque los orígenes personales de Guillermo Sundheim y Giese -nombre castellanizado con el que se le conoció en España- siguen estando envueltos en una cierta nebulosa documental, sabemos hoy día, a ciencia cierta, que había nacido el 3 de julio de 1840 en la localidad alemana de Giessen, perteneciente al Gran Ducado de Hesse Darmstadt, en el seno de una importante familia vinculada al comercio y las finanzas. Tras una breve estancia en Inglaterra, lo encontramos por primera vez en Sevilla, a la edad de 24 años, incorporado como accionista a la sociedad mercantil Rubido, Sundheim y Compañía y, por fin, en 1865, situado en la villa de Huelva, en la que con su socio -también alemán- Heinrich Doetsch funda la casa de comercio de Sundheim y Doetsch, sostén jurídico y financiero de la mayor parte de sus iniciativas empresariales a partir de ese momento.

En verdad, tanto Sundheim como Doetsch seguían los pasos de otros extranjeros, fundamentalmente británicos, franceses y alemanes, dedicados al comercio o al ejercicio de profesiones liberales vinculadas a la minería, que habían llegado hasta la provincia de Huelva desde los años cuarenta atraídos por la puesta en valor de sus reservas minerales. Uno de estos extranjeros, el alemán Jorge Rieken y Gesdes, parece haber sido de hecho el introductor de Sundheim en la península; circunstancia que podemos deducir no sólo de sus interconexiones empresariales, sino también de su estrecha amistad personal y de sus relaciones familiares, puesto que Rieken estaba casado con la hermana de la que habría de ser futura esposa de Sundheim. En virtud de estos vínculos, en 1866, Guillermo Sundheim contrae matrimonio con Justa de la Cueva y Camporredondo, hija de Fernando de la Cueva, un propietario y banquero de gran renombre en la provincia, con la que tendrá tres hijos. No cabe duda de que el ingreso del joven alemán en este círculo parental le permitirá integrarse en la pujante sociedad onubense de aquellos años con una inmejorable tarjeta de presentación.

Sobre estas bases personales y utilizando siempre como cauce su control sobre la casa comercial Sundheim & Doetsch, Sundheim construirá todo un entramado empresarial que se caracterizará no sólo por el volumen de sus inversiones, sino, sobre todo, por la diversificación y altura de éstas. Desde luego, el ámbito de acción prioritario de ambos socios fue siempre la minería, sector en el que llegarían a alcanzar un protagonismo irrecusable: monopolizaron prácticamente la producción y comercialización del manganeso e intervinieron decisivamente en la venta de las minas de Río Tinto a un consorcio financiero presidido por el británico Hugh Matheson que daría lugar a la Rio Tinto Company Limited. Pero, aun siendo ésta una actividad prioritaria y constante a lo largo de toda su vida empresarial, Sundheim intervino en otros muchos sectores de la economía provincial, llegando a convertirse, además, en un factotum imprescindible en la vida social y cultural de la provincia de Huelva: adquirió una gran cantidad de propiedades agrarias e inmobiliarias, ejerció como banquero, promovió la instalación en el municipio de Huelva de establecimientos fabriles para la producción de mármol, aceite, harinas, ladrillos, vinos, etc..., construyó el famoso Hotel Colón para la celebración del IV Centenario del Descubrimiento de América (conmemoración que él mismo organizó valiéndose de su influencia en las cúpulas políticas madrileñas), incentivó el desarrollo turístico de Punta Umbría, creó una moderna sociedad pesquera, etc...

Con todo, aparte de todas estas actividades, destaca singularmente su vinculación al desarrollo ferroviario de la provincia, hasta tal punto que, en una u otra medida, la figura de Guillermo Sundheim se encuentra tras el establecimiento de las tres líneas más relevantes que cruzaron el territorio provincial en el siglo XIX: la línea de Sevilla a Huelva, la línea de Río Tinto a Huelva y la línea de Zafra a Huelva.

Cementerio protestante de Tharsis

Aunque no dentro del propio municiio de Tharsis, pero sí muy cerca de él, se levantó a imagen y semejanza de un camposanto británico. Presenta dos espacios diferenciados por gruesos muros de mampostería, realizada con piedra. Sus paredes están recubiertas de hiedra.
El cementerio consta de dos espacios contiguos unidos por una abertura en el muro común. El primer espacio es el cementerio propiamente dicho, y parece ser el primitivo, mientras que el segundo espacio es posterior. En sus sepulturas aparecen algunos epitafios de gran valor.
Se trataba de un lugar pequeño, de una gran belleza y muy cuidado, siempre lleno de flores, aunque hoy día está muy descuidado, con la vegetación muy profusa.
Los enterramientos difieren un poco de los realizados por las costumbres españolas. Constan de un bordillo perimetral de mármol y una losa pequeña central enlazada a éste. Quedan, pues, dos espacios que son rellenados de gravas y arenas y donde se siembran flores.
Aparece igualmente otra tipología, que consta de una tapa vertical rematada con una cruz griega inscrita en un círculo.
La belleza de este cementerio, sus pequeñas dimensiones que lo hacen de cierto aire romántico, la hiedra que lo envuelve y los enterramientos con nombres foráneos, causan una sensación de mezcla entre tristeza y belleza. El colonialismo lleva normalmente aparejado la reproducción a escala de muchos de los rasgos y elementos definitorios de la sociedad dominadora.
El staff de las empresas mineras intentó en la medida de sus posibilidades recrear la cultura y el espacio de su país de
origen. No sólo se importaron modelos urbanísticos, formas de relación social, clubes, actividades recreativas, viviendas..., sino incluso espacios reservados y particulares para los que morían lejos de su tierra patria: un camposanto propio para una comunidad que vivía claramente separada y distinta. Este cementerio tiene por tanto un indudable valor simbólico en cuanto que conforma de manera global una comunidad —el staff extranjero en Tharsis—, que no sólo habita separadamente la comarca, sino que muere y es sepultado de manera separada. El cementerio constituye la demostración de cómo una comunidad puede vivir dentro de otra sin mezclarse con ella y manteniendo la separación incluso más allá de la vida.

Capilla Presbiteriana de Bellavista (Minas de Riotinto)

El edificio presenta las características típicas de las capillas presbiterianas escocesas, las “kirk”. Consta de una sola nave con ventanas ojivales de influencias neogóticas, estando cubierta por una techumbre a dos aguas de elevada inclinación con teja plana. Está rematada en los dos extremos por dos pequeños cuerpos, la nave tiene tres pilastras escalonadas a cada lado, más gruesas por la parte inferior y rematadas en tejadillos a un agua. Las ventanas, cuatro a cada lado y dos en la fachada principal, son ojivales y su carpintería es asimismo de dos hojas con vidriera ojival de tracería, defendidas por contraventanas exteriores de lamas. La capilla es de fábrica de mampostería pintada de color claro, con recercados en las ventanas, esquinas y pilastras en ladrillo visto. La cubierta, de teja plana, se remata con un adorno presbiteriano muy delicado, de pequeños pináculos enlazados a lo largo de la cumbrera. El interior es realmente sorprendente, con cubierta de cerchas de madera esbeltas, de cartabones curvos, correas, cabios y tablazón barnizadas en color oscuro, tiene aspecto de artesonado ligero. Las cerchas arrancan de pequeñas ménsulas que salen de los muros laterales. En el centro del coro existe un pequeño órgano. Existen planos de 1.891 y 1.893 donde se representan las plantas, alzados y secciones de la capilla, con detalles decorativos representados con suma exquisitez. El mobiliario que se conserva es el primitivo, y entona perfectamente con la arquitectura exterior. El proyecto no aparece firmado por ningún arquitecto, pues la compañía inglesa no tenía contratado ningún arquitecto en esa época. Los ingleses, en principio carecían de un lugar donde celebrar sus actos religiosos, pues no contaban ni con iglesias ni capillas. Pero ya en 1.882 aparece el primer pastor, el reverendo Mc Donald, presbítero y escocés, que atendía sus parroquianos protestantes en las dependencias del primitivo club inglés en La Mina. Incluso en las celebraciones que se practicaban en el interior de esta capilla existía una diferencia de clase acuciante, pues la primera fila estaba reservada para el General Manager y su familia y todo el staff acudía a los servicios religiosos manteniendo la jerarquía en su colocación respectiva en la iglesia. Se convierte, por tanto, la capilla presbiteriana en un elemento fundamental dentro del Barrio de Bellavista, tanto por su carácter religioso como por su carácter social. La capilla es el edificio mejor conservado de todo el conjunto, poseyendo todavía el mobiliario primitivo que entona perfectamente con la arquitectura exterior.

Casa Consejo (Minas de Riotinto)

Fue construida en la primera época para Charles Preble, entre 1.882-1.883. Es un edificio independiente, al contrario que el resto de las edificaciones del Barrio de Bellavista, de proporciones enormes y refleja el carácter que su propietario quería darle de “mansión del gobernador”. No se han encontrado planos de la época, tan sólo unos de 1.928 relativos a la reforma que efectuó en ella Alan Brace.
En la reforma de Alan Brace se restauraron todas las chimeneas que calentaban a cada una de las habitaciones, se forraron con duelas de madera las jambas de las puertas. Se colocaron nuevas solerías de mármol y se diseñó una barandilla de hierro forjado para la galería sobre el patio. Aunque se puede considerar que su adición fundamental consistió en derribar el muro exterior sustituyéndolo por dos vigas pareadas de madera y sacar una adición formada por un espacio exento rematado por un cierro a tres caras. Es un edificio de planta casi cuadrada, en torno a un patio central cubierto por un torreón a cuatro aguas con ventanales en sus paramentos verticales que iluminan el patio central. A los cuatro lados se abren estancias regulares y amplias y una noble escalera comunica con la planta alta, donde se repite el esquema de habitaciones dando a una galería con barandilla sobre el patio. La planta baja se destinaba a cocina, comedor y estancias y la planta alta a dormitorios. Actualmente la casa del General Manager se denomina Casa Consejo y está reservada para las reuniones del personal directivo de las empresas mineras.
Se trata de una vivienda unifamiliar aislada, tipo chalet, pero de unas dimensiones colosales, llegando a alcanzar hasta las tres plantas en el cuerpo central del edificio.
Muestra unos elementos constructivos de excelente factura, cuidando al máximo los detalles y adornos tanto de los huecos como del resto de la parcela, donde encontramos una alberca con una fuente de piedra en el centro, y unos jardines de profusa vegetación.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Puentes del FC de Riotinto

Cuando David Avery en el capítulo IX de su libro “Nunca en el Cumpleaños de la Reina Victoria”, describía –como un sueño logrado- el período de resurrección de las minas de Riotinto (1873-1914) tenía claro que los factores básicos en el próspero avance y desarrollo de la Río Tinto Company fueron cuatro:
- La construcción del ferrocarril hasta Huelva.
- La adopción de la minería a cielo abierto.
- La obtención de cobre en las minas con procesos de producción en gran escala.
- Una eficaz política de ventas en los mercados de azufre mundiales.

La construcción del ferrocarril desde Huelva hasta las minas de Riotinto estuvo marcada en gran parte por las características del terreno. La primera parte de la ruta, es decir, desde la capital hasta la estación de Gadea en término de Villarrasa (unos 30 kms. aproximadamente) ofreció poca dificultad a George Bruce, el ingeniero asesor que planeó y supervisó la construcción del ferrocarril. El resto del trayecto (unos 50 kms.), situado entre la planicie y las minas, causaron grandes inconvenientes. Los grandes cerros hicieron necesario seguir el curso del río Tinto, para lo cual fueron precisas voladuras y cortes en las laderas así como lograr un terraplén a poca altura sobre el río (a veces inundado por las crecidas del caudal o lleno de escombros por los derrumbes) para un ancho de vía de 1,668 metros.
A comienzos de junio de 1873 se comenzó la construcción del recorrido por la parte más fácil, pero a su vez por otros puntos más complicados.
Desde un principio, Bruce observó que los cimientos proyectados habían de ser más firmes y que los raíles de acero de 20,412 kg. por metro eran insuficientes y requirió raíles de 24,803 kg. La suma proyectada de 500.000& hubo de ampliarse hasta las 767.190& que supuso el coste final de todo el proyecto. Tendiendo raíles en diferentes sitios, construyendo puentes sobre los ríos y túneles a través de los cerros, todo a la vez, se terminó el ferrocarril el 28 de julio de 1875.
Ocho meses después de la construcción del trazado ferroviario, el 23 de marzo de 1876, finalizó la complicada construcción del muelle embarcadero en los bajíos pantanosos del río Odiel en la capital onubense.
Nos vamos a centrar inicialmente en los 8 puentes más importantes del recorrido férreo y luego ampliaremos con otros puentes menos conocidos.
Estos ocho
son:
1.- Puente sobre la rivera del Nicoba
2.- Puente sobre el arroyo Candón.
3.- Puente de Niebla.
4.- Puente sobre el río Corumbel.
5.- Puente de Manantiales.
6.- Puente Salomón.
7.- Puente del Manzano.
8.- Puente Carchán.
Los puentes sobre el río Tinto presentan una circunstancia en común: atraviesan el río en sentido diagonal, lo cual es explicable aunque los tramos sean más largos que si hubiesen sido ejecutados en sentido ortogonal a la dirección del río, ya que los puentes surgen cuando la inaccesibilidad de una de las márgenes del río obliga a irse a la contraria; en este cambio es menor el ángulo de desviación si se cruza en sentido diagonal.
En todos los puentes se
podía observar una vivienda. En ella habitaba el vigilante del puente y su familia, que tenía que actuar constantemente en los incendios que se producían en las estructuras de madera. Los causantes de dichos incendios eran los chisperos de las locomotoras. Con el tiempo, las estructuras de madera se reformaron y pasaron de traviesas a vigas longitudinales, quedando el centro de la vía libre y reduciéndose los incendios en un 80%. Debido a ello, los vigilantes de los puentes fueron desapareciendo, dando lugar a las brigadas de conservación de vías y obras. El último puente que contó con vigilante fue el de Salomón ya que al riesgo de incendios se le unía el de riadas. Su vigilante contaba con teléfono directo con la estación de Manantiales.
BIBLIOGRAFÍA
AVERY, D. (1985) "Nunca en el cumpleaños de la Reina Victoria. Historia de las minas de Riotinto". Labor, Barcelona.
MIGUEL GONZÁLEZ VÍLCHEZ. Historia de la arquitectura inglesa en Huelva. (1981). Universidad de Sevilla y Diputación Provincial de Huelva.
NICOLAS CHAPARRO. Guión para una grabación de DVD del ferrocarril de Riotinto. (1991).
ALICIA CLERENCIA. Foto del embarcadero.

viernes, 19 de marzo de 2010

Congreso de Historia, Patrimonio Minero y Turismo Cultural

Rafael Benjumea Cabeza de Vaca, presidente de la Fundación Río Tinto, clausuró el I Congreso de Historia, Patrimonio Minero y Turismo Cultural que se ha desarrollado en el Museo Minero. El evento pone sobre el tapete el ímpetu minero de Roma y los amplios beneficios sacados por el Imperio a las minas de la Cuenca del Tinto. Sin duda, una época que no ha sido suficientemente reconocida debido a la publicidad social obtenida por el llamado período inglés, de muy corta duración, aunque de gran relevancia social y política.

El congreso, organizado por la Universidad de Huelva, Fundación Río Tinto y patrocinado por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, la Asociación de Desarrollo Local Cuenca Minera, Mancomunidad de Municipios, la Caixa, Ayuntamiento de Minas de Riotinto y Atlantic Copper, ha analizado durante cinco jornadas el patrimonio minero de la Faja Pirítica en general y la Cuenca Minera de Riotinto en particular.

Durante el primer seminario se expusieron las últimas investigaciones sobre el período más antiguo de explotación minero-metalúrgica, destacando el primer gran período de explotación, la época romana. Además de una síntesis sobre este período se pusieron de manifiesto investigaciones sobre el período republicano romano, el más desconocido, adem
ás de importantes aportaciones sobre esta época gracias a los últimos estudios sobre cerámica y numismática, tanto en Riotinto como en otras minas de la Faja Pirítica.

El segundo seminario abarcó desde la explotación minera de época islámica, pasando por el siglo XVI hasta el período británico. No pasó desapercibido el importante papel de la familia Rothschild al tiempo que se analizó la información económica generada por la Compañía además de otros aspectos como la relación entre los obreros y la empresa o la siniestralidad laboral en Riotinto en la primera mitad del siglo XX, o el devenir de la Cuenca Minera durante la II República. Una visión general sobre la Historia Minera de Huelva desde mediados del XIX hasta mediados del XX cerró el debate.

El tercer seminario estuvo destinado al patrimonio minero y se expusieron los diferentes usos de este patrimonio en España, en la provincia de Huelva en particular y en la Cuenca Minera de Riotinto y cómo la importancia del mismo llevó a la Consejería de Cultura a declararlo Bien de Interés Cultural (BIC) en 2005. Los ponentes resaltaron el importante patrimonio inmaterial minero y la necesidad de preservarlo al igual que el material,

El cuarto seminario se centró en el patrimonio minero rehabilitado, que se está convirtiendo en un nuevo yacimien
to de empleo y un recurso para zonas económicas deprimidas. Así se analizaron distintos casos de la Faja Pirítica a ambos lados de la frontera y se hizo un análisis del turismo industrial en Huelva y de cómo éste está contribuyendo al desarrollo de las zonas donde se desarrolla.

La última jornada sirvió
para poner en valor la experiencia de la Fundación Río Tinto, que tras 22 años de trabajo ha permitido poner en servicio turístico los puntos integrantes del Parque Minero de Riotinto (Museo Minero, Casa nº 21, Ferrocarril Turístico Minero y Mina Peña de Hierro), destacando que todo este patrimonio ha sido rehabilitado mediante programas formativos de escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficios, lo que añade un importante valor social a la tarea desarrollado. Además de reflejar la importancia del patrimonio documental conservado y organizado en el Archivo Histórico Minero.

El evento comarca
l contó con el apoyo de la delegada de Turismo, Comercio y Deporte, Rosario Ballester; el rector de la Universidad de Huelva, Francisco José Martínez; el presidente de la Asociación de Desarrollo Local, Juan Jesús Bermejo; el director general de Fundación Río Tinto, José María Mantecón, y la alcaldesa de Minas de Riotinto, Nuria Hernández.

Durante la sesión se presentó el libro Ferrocarril Turístico Minero patrocinado por la Consejería de Turismo, donde se sintetiza y compila todo el trabajo desarrollado en la rehabilitación del patrimonio ferroviario y su puesta en servicio turístico. Los autores de esta obra son Aquilino Delgado, Ángel Campos, Francisco José Cabello, Mª de la Cinta Regalado, Joaquín Marcos, José Pedro Lorenzo y Saúl Narbona .

Huelva Información: 8/12/09

Recuperación Ambiental


La Junta invierte 47 millones en la recuperación ambiental de la Cuenca.

La Junta de Andalucía ha invertido desde 2001 más de 47 millones de euros en la restauración ambiental de zonas degradadas por la actividad minera en la provincia de Huelva, concretamente en cortas a cielo abierto, escombreras, pozos, galerías, balsas y depósitos.

La delegada provincial de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, Manuela de Paz, presentó ayer las obras desarrolladas en cuatro puntos de la cuenca, concretamente en las cortas de La Esperanza y Filón Sur en el término municipal de Tharsis, así como en la antigua explotación de Peña de Hierro en Nerva y en la zona donde se ubicaba la planta de trituración de Zarandas en Minas de Riotinto.

Estos proyectos, coordinados por la Empresa Pública de Gestión Medioambiental (Egmasa) dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, han contado con una inversión total de 2,6 millones de euros, de los cuales 1,4 millones se destinaron a Corta Esperanza y Filón Sur; y los otros 1,2 millones a Peña de Hierro y Zarandas.

La finalidad de estas actuaciones era “restaurar las zonas degradas por la actividad minera, dar empleo a las personas paradas de la mina; y poner en valor el patrimonio minero de nuestra provincia”, explicó la delegada de Innovación.

Odiel Información: 16/02/2010

Pozo Renato

Situado en la mina conocida por Lomero-Poyatos cuyo nombre compuesto se debe a que la masa afloraba en dos áreas, “El Lomero” y “Poyatos”, que se consideraron distintos yacimientos y se explotaron independientemente hasta principios del s. XX. En 1856, Ernesto Deligny realizó las primeras demarcaciones en Poyatos en nombre de la Compagnie des Mines de Cuivre d’Huelva y las arrendó a mineros locales que realizaron trabajos de poca importancia en 1859. Años después se arrendó a un particular, propietario de “Las Herrerías de los Confesionarios”. En el periodo de 1864 a 1867 realizó un pequeño desmonte, pero finalmente abandonó la mina debido a su baja ley en cobre quedando en manos de la Tharsis Sulphur & Copper Co., Ltd. sucesora de la compañía francesa.
Su nombre se debe a René Gallart, director de la SFPH. Llegaba hasta el piso 6 y tenía una profundidad de 350 m. Es de sección circular de 3,8 m de diámetro y está revestido en toda su longitud con fábrica de ladrillo de 0,5 m de espesor. Dispone de una torre de extracción con una polea Koepe de 1,6 m de diámetro y 1,10 de longitud, accionada por un motor de 300 CV que accionaba dos jaulas de dos pisos, el superior con capacidad para 20 hombres y el inferior para vagonetas de 1,5 t de carga. La capacidad de extracción era de 70 t/h. A 4 ,10 m de altura las vagonetas basculaban en una tolva que alimentaba la planta de trituración que estaba aneja al pozo.

El Muelle de Riotinto

El embarcadero más importante construido por los ingleses en España es sin duda el de la compañía de Rio Tinto, en la margen izquierda del río Odiel, en Huelva.

Dos ingenieros ingleses intervinieron en la construcción del em­barcadero de minerales de RTC en Huelva, uno como diseñador y crea­dor de la idea y el otro como ingeniero a pie de obra, vigilante de los trabajos: Sir George Barclay Bruce nacido en Newcastle en 1821 y Thomas Gibson nacido en Tarsdon, Northumberland, en 1843, el cual trabajó en los muelles de Londres y otros puertos ingleses con estructuras de pilotes roscados o que le hizo adquirir gran experiencia en este tipo de construcciones. En 1868 fue nombrado miembro de la I.C.E., fue ingeniero residente en el Reneough Bridge en Newcastle donde lo conoció Bruce que le propuso ser director de la obra del muelle de la Rio Tinto Company en España, aceptando Gibson que se incorporó a Huelva en julio de 1874.

El muelle se puso en marcha en marzo de 1876 y se cerró en mayo de 1975, casi un siglo después. Aproximadamente 130 millones de toneladas de mineral se han embarcado por él a lo largo de su dilatada etapa de actividad.

En los años 70 del pasado siglo y para ejecutar el paseo marítimo de la ría de Huelva, se desmontó un tramo de 50 metros aproximadamente, lo que ha dejado desconectados los dos sectores de la obra, el realizado en tierra y el que se eleva sobre el río Odiel.

Pero lo más importante para el futuro del muelle ha sido sin duda la toma de conciencia por parte de la ciudad de Huelva del valor de este embarcadero como monumento histórico y declarado como Bien de Interés Cultural, expresión máxima de la arqueología industrial británica del XIX.


Consecuencia de ello, han sido los dos proyectos de rehabilitación del muelle, uno de ellos llevado a cabo en el sector que se adentra en la ría y otro en el tramo de tierra adentro, que han permitido recuperar buena parte de la estructura de este artefacto industrial, hoy declarado bien de interés cultural. En el primero de ellos se ha rehabilitado su estructura metálica y se encuentra a la espera del montaje de las viguerías y plataformas de madera. El tramo terrestre se encuentra totalmente terminado, a excepción de su arranque ejecutado en madera, y permite pasear hoy por encima de la gran estructura, en espera de la unión de sus dos partes para poder adentrarse paseando sobre la ría onubense a bordo de este gran barco varado, que nos retrotrae a los tiempos nostálgicos de la tecnología británica del siglo XIX, y al esplendor de aquellos embarcaderos, diseñados en unos casos para el embarque del mineral y en otros para el ocio de los visitantes, dándose aquí el caso de que el muelle de Riotinto, una vez finalizada su actividad industrial, pueda iniciar una segunda etapa de vida como muelle de ocio y recreo para orgullo de los que supieron conservarlo y legarlo a la posteridad.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Recopilación Noticia

El Ayuntamiento de Huelva firmó un convenio de colaboración con el de Puebla de Guzmán por el que se le cede a esta localidad los restos de un malacate de la mina Cabezas del Pasto, que se encontraba en el Humilladero de la Cinta, para que forme parte de un museo sobre el Patrimonio Histórico Industrial.
El malacate, utilizado en las minas para la extracción de mineral, y que fue trasladado a Huelva en 1992 para que se empleara en la portada de las Fiestas Colombinas, proviene de uno de los pozos de extracción de la mina de cobre de Cabezas del Pasto, situada a 7 kilómetros de Puebla, en su propio término municipal, y explotada en la segunda mitad del siglo XIX por la empresa The Bedel Metal.Ahora, el Ayuntamiento de Puebla de Guzmán pretende recuperar los restos del malacate, construido con remaches y tornillos, sin ningún tipo de soldaduras, para que una vez reconstruido, forme parte de un futuro museo sobre el Patrimonio Histórico
Noticia que se publicó en Odiel Información el 04/05/09

domingo, 14 de marzo de 2010

Pozo Rotilio

Construido en 1970-75 de estructura metálica en hierro y acero. Posee unas dimensiones de 12 metros de largo, 8 metros de ancho y una altura de 18 metros.
Pozo de acceso a las labores de Masa San Antonio y extracción de mineral. Torre de extracción tipo Koepe (una de las dos últimas que quedan en la Faja Pirítica Ibérica), clausurado en 1980. Pozo de 400 metros de profundidad. Sufrió una “restauración” en 1998.
El pozo Rotilio se construyó en 1966 para la extracción de mineral de la masa San Antonio. Mineralización que se sitúa en el extremo oriental del anticlinal de Río Tinto.
En 1970 una vez finalizada las instalaciones de esta mina subterránea se comprobó que el mineral era muy complejo, haciéndose muy difícil su rentabilidad por lo que se paralizó.
Se trata de un malacate de nueva construcción y es uno de los dos que existen en la provincia de Huelva cuya maquinaria se encuentra situada en la parte superior del mismo. Además conserva en su alrededor los distintos elementos de embarque y desembarque de las vagonetas de mineral.