sábado, 7 de enero de 2012

Breve Historia de un Gran Hombre (y V)

Álvaro Alonso Barba

Hombre que había encontrado minas de oro y de plata y que, en sus andanzas por los cerros del Potosí, por las montañas de Los Lipes y por los espinazos de los Andes, recogió, como espigas en años de abundante cosecha, piedras preciosas de la más varia hermosura, sin duda llegaría a acumular riquezas materiales; pero nunca las quiso si no era para dedicarlas a los muchos gastos que le ocasionaban sus nuevos trabajos e incesantes investigaciones; de suerte tal, que cuando era ya viejecito y apenas podía tenerse en pie para decir misa, vivía en la más limpia pobreza, sin otro tesoro que su cama de madera, su sobrio yantar, la contemplación de aquellos inmensos horizontes que nadie conocía como él y la otra contemplación, más pura y más dulce, del Cielo abierto sobre el gigantesco lomo de los Andes.

Pobre había nacido y pobre murió; pero en su última hora le rondaban las riquezas más codiciables: las de la inmortalidad entre los hombres y las de una eterna bienandanza en la luz de Dios.
Así pasó a la gracia D. Álvaro Alonso Barba, de la Villa de Lepe, aquel que salió por los caminos de Ayamonte, entre horizontes de viñas, almendros, higueras y olivos; aquel que debajo de la sotana de clérigo recién ordenado llevaba un corazón limpio y ardoroso, y debajo de la teja sacerdotal una mente como un sol.


Artículo escrito por M. Aznar en la Revista Minería y Metalurgia, allá por el año 1940, referente a Alonso Barba y su gran obra "El ARte de los Metales"

No hay comentarios:

Publicar un comentario