HOY, cuando las denuncias dejan al aire las carencias del Ejecutivo andaluz en materia de protección del patrimonio en Huelva, los onubenses conocemos que no se hizo, cuando se podía, nada por salvar Corta Atalaya. Es más, los terrenos colindantes entre la Mina y el barrio inglés de Bella Vista se abren en canal sin que nadie haga nada. Además, paralelamente, hemos visto cómo se expoliaba la línea férrea. Si Corta Atalaya y el patrimonio minero de Riotinto estuvieran en otra provincia sería referente turístico. La Corta la visitarían miles de personas al año y el tren serviría para unir, como siempre, la Cuenca con la capital. Estamos en Huelva y dejamos que se pierda la historia de la Cuenca Minera. Desde 2004 a las denuncias se respondió con silencios. Así hemos perdido la posibilidad de rentabilizar turísticamente desde Tharsis a Riotinto. En otros sitios la Corta sería buque insignia de progreso. En Huelva, de dejadez.
V.R. 20/02/2012
V.R. 20/02/2012
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