
También el ferrocarril se prolongó hasta el renovado puerto de La Laja. En 1924 se constituyó una filial, la Sociedad Minera del Guadiana para gestionar los negocios de Saint Gobain en Huelva. Las guerras y los años de depresión dificultaron el negocio que no despegará hasta bien entrada la década de 1940. En 1950 las familias Doestch y Sundheim, propietarios de la mina, denunciaron a la compañía francesa ante la paralización de los trabajos en Guadiana. El contrató quedó resuelto por mandato judicial y las minas quedaron en manos de sus dueños que en 1951 se asociaron a varios bancos y constituyeron Minas de Herrerías, S.A. que continuó la explotación de la mina. En 1965 se clausuró el ferrocarril minero y se desmantelaron sus instalaciones, continuando el transporte de pirita por carretera. A finales de la década de 1970 se modificó el método de explotación en la contramina de Guadiana a cámaras y pilares con relleno.
En 1975 se modificó el proceso de extracción de cobre de las pizarras de Santa Bárbara. La lixiviación se hará en pilas, forzando el ataque del mineral repartiendo la solución ácida con aspersores. De esta forma, la explotación de este yacimiento continuará hasta 1983. En 1990 la contramina de Guadiana cerró debido a la falta de mercado para sus piritas. A mediados de la década de 1990, la empresa SEIEMSA (Joint Venture entre Tharsis y el BRGM) incluyó Herrerías en su programa de investigación. Realizó geofísica que detectó varias anomalías, realizándose algunos sondeos que no cortaron mineralizaciones claras.
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