El suntuoso Grand Hotel Colon fue construido por la sociedad inglesa “The Huelva Hotel Company Limited”, constituida en Huelva por Mr. William Sundheim. El terreno donde se halla emplazado el hotel mide 20.000 metros cuadrados, y forma un rectángulo de 200 por 100; hallase situado al sudeste de la población, al final de las calles de Sevilla y en medio, y de la que forma la espaciosa carretera que va al muelle; tiene al frente la estación y talleres de rio tinto y la magnífica estación de Sevilla, un poco más lejos, el muelle de Riotinto y en ultimo termino el rio Odiel; a la izquierda los preciosos jardines de la casa-chalet del Sr. Sundheim y la carretera de San Cristóbal, que es hoy paseo principal de Huelva, y a la espalda, los cerros poblados de viñas y frutales que limitan la ciudad por dicho punto. Forman el hotel cinco grandes edificios completamente separados, cuatro de estos paralelos dos a dos, y dejando en el centro un cuadrado de 60 metros de lado, donde se halla un jardín, y el edificio principal, situado frente a la carretera, mide de longitud 50 metros por 26 de anchura; el terreno que queda enfrente forma un vasto parterre, separado de la vía publica por elegante verja de hierro y en el centro de esta verja se abre una gran puerta que da entrada a un camino circular para carruajes, y en un extremo otra más pequeña que da paso a un camino para peatones.
El edifico está un poco elevado sobre el terreno natural, y se llega a el por una escalinata de mármol, verificándose la entrada por tres grandes arcos centrales que dan a un espacio peristilo. Los extremos de este edificio son salientes, 4 metros en una longitud de 12, y su planta afecta la forma de una H; en el piso bajo tiene seis departamentos para familias, con vistas sobre dos fachadas, en medio de estos cuatro departamentos hay otros dos que solo tienen vistas a los jardines laterales, y que constan de las mismas habitaciones, con la ventaja de tener entrada directa, para lo cual en el centro de cada fachada lateral hay otra escalinata de mármol, que concluye en una meseta al nivel de estos departamentos, cubierta por elegante marquesina. El piso principal tiene la misma distribución que el bajo, con la sola diferencia de que, en lugar de seis departamentos, hay siete, con habitaciones espaciosas, pues a cada uno corresponden 85 metros superficiales, teniendo los techos una elevación de 5 metros, y aquellas el decorado correspondiente a la suntuosidad del establecimiento. El edificio, en general, no tiene más que estos dos pisos; pero en el ala derecha y en el ángulo de la fachada principal se eleva un sotabanco, que comprende varias habitaciones, y sobre este sotabanco otro piso formando los dos una elegante torre; este último piso es todo él un salón, y en lugar de balcones o ventanas tiene grandes arcos por todas las fachadas, y forma un magnifico mirador, desde el cual la vista puede abarcar un extensísimo y variado panorama, que comprende las estaciones de ferrocarriles de rio tinto y Sevilla, la bahía y el muelle con sus constantes movimientos, la ría desde más arriba de corrales hasta el mar, la confluencia de los ríos Tinto y Odiel, la isla de saltes, punta umbría, torre de la arenilla, La Rábida, Palos, Moguer y en un segundo término, un vasto horizonte limitado por las montañas y el mar. Los dos edificios laterales son completamente iguales, así en su forma exterior como en su distribución interior, compuesto de rectángulos de 45 metros de longitud por 13 de altitud, y tienen piso bajo y principal; a la derecha e izquierda están las habitaciones, ocho sobre cada fachada, que suman 32 en cada edificio, las cuales pueden, a voluntad, ponerse en comunicación unas con otras o aislarse; cada una tiene más de veinte metros cuadrados; el decorado exterior, tanto de estos dos edificios como del principal, es del mejor gusto. El cuarto edifico, paralelo al principal, y a 60 metros de este, se halla un poco más elevado sobre el terreno natural que los otros, y su principal fachada da al jardín central; en medio, una ancha escalinata de mármol, terminada en una meseta de 20 metros por 5, da acceso a un salón o galería exterior, de hierro y cristal, que tiene unos 50 metros de longitud por 5 de anchura, y se destina a gabinete de lectura y café, se pasa de aquí a un salón inmenso de cerca de 50 metros de largo por 14 de ancho y proporcionad altura: es el comedor, con decorado suntuoso. Excusamos añadir que el edificio, en general, tiene grandes cocinas, sótanos, almacenes, bodegas y demás dependencias, así como hay en todos ellos vistosos jardines y bosquecillos, parterres, fuentes, estanques, baños y hasta 40 bocas para riego y casos de incendios, servicio telefónico, luz eléctrica y de gas, etc.
El Sr. Sundheim hizo los honores de la casa con delicadeza: los expedicionarios, que fueron recibidos cordialmente y obsequiados con esplendidez, visitaron los cinco edificios del hotel admirando el lujo y el confort británicos del magnífico establecimiento, cuyo decorado, mobiliario, vajilla, etc., son notables por su riqueza y elegancia; el banquete fue espléndido servido con perfecta corrección, y una orquesta de buenos profesores, interpretando escogidas piezas musicales, hacia más agradable el acto inaugural; los brindis fueron muchos y muy notables, en honor de España y de Inglaterra, de las artes y la industria, del porvenir de Huelva, de la prensa periódica, etc., contestando en nombre de esta, en breve discurso el Sr. Marqués de Valdeiglesias, director de la Época y decano de la prensa madrileña. En el Grand Hotel Colon hay, según hemos dicho, numerosas habitaciones y un servicio de primer orden, y será visitado por los opulentos industriales de todas las partes del mundo culto que anualmente acuden a Riotinto para estudiar y admirar la grandiosa obra que allí ha realizado en pocos años la compañía Minera.
La Ilustración Española y Americana (1883)
El edifico está un poco elevado sobre el terreno natural, y se llega a el por una escalinata de mármol, verificándose la entrada por tres grandes arcos centrales que dan a un espacio peristilo. Los extremos de este edificio son salientes, 4 metros en una longitud de 12, y su planta afecta la forma de una H; en el piso bajo tiene seis departamentos para familias, con vistas sobre dos fachadas, en medio de estos cuatro departamentos hay otros dos que solo tienen vistas a los jardines laterales, y que constan de las mismas habitaciones, con la ventaja de tener entrada directa, para lo cual en el centro de cada fachada lateral hay otra escalinata de mármol, que concluye en una meseta al nivel de estos departamentos, cubierta por elegante marquesina. El piso principal tiene la misma distribución que el bajo, con la sola diferencia de que, en lugar de seis departamentos, hay siete, con habitaciones espaciosas, pues a cada uno corresponden 85 metros superficiales, teniendo los techos una elevación de 5 metros, y aquellas el decorado correspondiente a la suntuosidad del establecimiento. El edificio, en general, no tiene más que estos dos pisos; pero en el ala derecha y en el ángulo de la fachada principal se eleva un sotabanco, que comprende varias habitaciones, y sobre este sotabanco otro piso formando los dos una elegante torre; este último piso es todo él un salón, y en lugar de balcones o ventanas tiene grandes arcos por todas las fachadas, y forma un magnifico mirador, desde el cual la vista puede abarcar un extensísimo y variado panorama, que comprende las estaciones de ferrocarriles de rio tinto y Sevilla, la bahía y el muelle con sus constantes movimientos, la ría desde más arriba de corrales hasta el mar, la confluencia de los ríos Tinto y Odiel, la isla de saltes, punta umbría, torre de la arenilla, La Rábida, Palos, Moguer y en un segundo término, un vasto horizonte limitado por las montañas y el mar. Los dos edificios laterales son completamente iguales, así en su forma exterior como en su distribución interior, compuesto de rectángulos de 45 metros de longitud por 13 de altitud, y tienen piso bajo y principal; a la derecha e izquierda están las habitaciones, ocho sobre cada fachada, que suman 32 en cada edificio, las cuales pueden, a voluntad, ponerse en comunicación unas con otras o aislarse; cada una tiene más de veinte metros cuadrados; el decorado exterior, tanto de estos dos edificios como del principal, es del mejor gusto. El cuarto edifico, paralelo al principal, y a 60 metros de este, se halla un poco más elevado sobre el terreno natural que los otros, y su principal fachada da al jardín central; en medio, una ancha escalinata de mármol, terminada en una meseta de 20 metros por 5, da acceso a un salón o galería exterior, de hierro y cristal, que tiene unos 50 metros de longitud por 5 de anchura, y se destina a gabinete de lectura y café, se pasa de aquí a un salón inmenso de cerca de 50 metros de largo por 14 de ancho y proporcionad altura: es el comedor, con decorado suntuoso. Excusamos añadir que el edificio, en general, tiene grandes cocinas, sótanos, almacenes, bodegas y demás dependencias, así como hay en todos ellos vistosos jardines y bosquecillos, parterres, fuentes, estanques, baños y hasta 40 bocas para riego y casos de incendios, servicio telefónico, luz eléctrica y de gas, etc.
El Sr. Sundheim hizo los honores de la casa con delicadeza: los expedicionarios, que fueron recibidos cordialmente y obsequiados con esplendidez, visitaron los cinco edificios del hotel admirando el lujo y el confort británicos del magnífico establecimiento, cuyo decorado, mobiliario, vajilla, etc., son notables por su riqueza y elegancia; el banquete fue espléndido servido con perfecta corrección, y una orquesta de buenos profesores, interpretando escogidas piezas musicales, hacia más agradable el acto inaugural; los brindis fueron muchos y muy notables, en honor de España y de Inglaterra, de las artes y la industria, del porvenir de Huelva, de la prensa periódica, etc., contestando en nombre de esta, en breve discurso el Sr. Marqués de Valdeiglesias, director de la Época y decano de la prensa madrileña. En el Grand Hotel Colon hay, según hemos dicho, numerosas habitaciones y un servicio de primer orden, y será visitado por los opulentos industriales de todas las partes del mundo culto que anualmente acuden a Riotinto para estudiar y admirar la grandiosa obra que allí ha realizado en pocos años la compañía Minera.
La Ilustración Española y Americana (1883)
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