miércoles, 5 de mayo de 2010

Muelle de Tharsis

El Muelle de Tharsis tuvo en 1995 un último destino solidario para llevar agua a Cádiz.

Alguna noticia nos llega para recobrar nuestros Grandes Paisajes Invisibles. Cuesta creer que la ciudad que hoy se enquista en promesas faraónicas alguna vez fue puntera en infraestructuras a nivel europeo. En la agonía del siglo XIX, con el Muelle de Riotinto un discípulo de Eiffel trajo a Huelva la revolución de la carga de minerales por gravedad. Con el de Tharsis vino la vanguardia que rompía en el viejo continente en el ámbito de la ingeniería civil. Los tiempos de la política hicieron justicia con el primero de estos bienes patrimoniales, rehabilitado con el 1% Cultural del Ministerio de Fomento, a tiempo para las elecciones municipales de 2007 y convertido en balcón de la Ría (cuestión aparte, sobre la que chocan las versiones, es la afección que tendrá en su estética, en incluso en su estructura, el Paseo Marítimo en construcción).

El segundo de estos monumentos industriales, el Muelle de Tharsis, sigue difuminado en el Odiel junto al horizonte de otro Corrales, en la métrica del tiempo y la memoria de los incendios.

Han sido muchas, nunca suficientes, las reivindicaciones estériles por la recuperación del Muelle de Tharsis desde que esta infraestructura cayera en desuso cuando fue mínima la afluencia de barcos que requerían mineral procedente de sus yacimientos en El Andévalo. El muelle, construido en 1871 por los ingenieros William Moore y James Pring, dejó de prestar servicio en 1992, sufriendo el mayor deterioro dos años después cuando la Compañía de Minas de Cobre de Huelva comenzó a desmantelarlo hasta que Cultura puso el freno, declarándolo Bien de Interés Cultural (BIC) en 1997 y pasando en 2003 luego a manos del Puerto.

Hasta la fecha, este legado de la Huelva británica ha quedado a expensas de otro maná del Estado que venga a sufragar una rehabilitación de envergadura para su puesta en valor con fines recreativos o turísticos. Y en esto que llega el Potau (Plan de Ordenación del territorio de la Aglomeración Urbana de Huelva) con un material inédito al que tuvimos acceso hace unos días: el borrador del documento que tramita la Junta y que en breve pasará a información pública, contempla la creación de un Parque Metropolitano en el Muelle de Tharsis, planteando una base naútica para vela ligera en el espigón de la infraestructura. Se trata de una actuación priorizada en la red de espacios libres que se quieren conformar en el entorno de la capital, aprovechando los valiosos recursos paisajísticos y culturales que ofrecen las marismas. De hecho, igualmente, se diseña un área de adecuación creativa (con el avance del plan se irán definiendo estos conceptos, a priori abstractos) en el frente fluvial del Odiel correspondiente con el límite entre Aljaraque y Gibraleón, al Norte de la Monacilla.

Este estadio del Potau estipula una inversión de casi 25 millones de euros para el subprograma de espacios turísticos y recreativos del Área Metropolitana, así como una asignación de 5,2 millones para actuaciones concernientes a bienes culturales, incluyendo en este apartado no sólo la recuperación del Muelle de Tharsis desde las competencias de la Consejería de Cultura, el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Huelva; sino igualmente la puesta en valor del yacimiento arqueológico de Isla Saltés a cargo de la Administración autonómica.

El tren está en el andén, para no perderlo sólo hay que repetir la fórmula que finalmente rescató al Muelle de Riotinto: cooperación institucional, tregua a las guerrillas políticas; pero, como dicen los proverbios, a veces las cosas más obvias son las más difíciles de ser observadas. Como los Grandes Paisajes Invisibles.

Huelva Información: 18-01-2010

1 comentario:

  1. España está lleno de proyectos, pero de proyectos sin fondos. Cuando esté la pasta sobre la mesa veremos a qué puerto lleva esto. Mientras tanto, el muelle va muriendo a manos de la salinidad de la altas mareas del Atlántico, y los nostálgicos jubilados de la actividad minera que viven sepultados en un Corrales del que se avergonzó el propio corraleño que fue concejal de Urbanismo del municipio, echan de menos un poco de cariño hacia su legado maltrecho. Ya les toca. Ya.

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