Cuando la sociedad Anónima de las manufacturas de Saint Gobain explotaba las minas de pirita de Cabezas del Pasto y herrerías, en el término municipal de Puebla de Guzmán, exportaba sus productos por medio de un ferrocarril de vía estrecha que unía dichas minas con un punto navegable del río Guadiana conocido como Puerto de La Laja, en donde se construyó un muelle de carga con gruas, maquinarias, etc.
Este muelle se construyó hacia el año 1885, aunque tuvo que realizarse hacia el año 1920 una remodelación del mismo debido al poco calado que tenía el primitivo y sobre todo al aumento de la producción de las citadas minas. Hubo que realizar dentro del río, pero junto a la márgen, dos pilas terminales de unos puentes cargaderos a cuyo costado atracaban los barcos y se coronaron esas pilas con dos gruas de vapor a una distancia entre ellas de 11 metros. La disposición del conjunto disponía de 8 tolvas de solera inclinadas, y la via alta unida a la general de las minas que corría sobre el muro de coronación en donde se procedía a la descarga del mineral, así como al pié de las tolvas donde estaban dispuestas dos vías de 0,50 metros, una para la carga directa de las piqueras que atravesaban el muro bajo de las tolvas, y la exterior para las maniobras y los vagones vacíos.
Las pilas-castilletes constaban de dos partes distintas, una de pilotaje, firmemente empotrada en macizos de hormigón que servían de anclaje, y el castillete propiamente dicho, formado por escuadra de acero, anclado por la cola en tierra, unido por el puente en alto a la plataforma superior del cargadero, y coronado por la grua.
La forma y dimensiones de estos pilotes y de su arriostramiento era la clásica utilizada en aquella época en todos los muelles del puerto de Huelva, como de las compañías de Tharsis y Riotinto.
Este muelle se construyó hacia el año 1885, aunque tuvo que realizarse hacia el año 1920 una remodelación del mismo debido al poco calado que tenía el primitivo y sobre todo al aumento de la producción de las citadas minas. Hubo que realizar dentro del río, pero junto a la márgen, dos pilas terminales de unos puentes cargaderos a cuyo costado atracaban los barcos y se coronaron esas pilas con dos gruas de vapor a una distancia entre ellas de 11 metros. La disposición del conjunto disponía de 8 tolvas de solera inclinadas, y la via alta unida a la general de las minas que corría sobre el muro de coronación en donde se procedía a la descarga del mineral, así como al pié de las tolvas donde estaban dispuestas dos vías de 0,50 metros, una para la carga directa de las piqueras que atravesaban el muro bajo de las tolvas, y la exterior para las maniobras y los vagones vacíos.
Las pilas-castilletes constaban de dos partes distintas, una de pilotaje, firmemente empotrada en macizos de hormigón que servían de anclaje, y el castillete propiamente dicho, formado por escuadra de acero, anclado por la cola en tierra, unido por el puente en alto a la plataforma superior del cargadero, y coronado por la grua.
La forma y dimensiones de estos pilotes y de su arriostramiento era la clásica utilizada en aquella época en todos los muelles del puerto de Huelva, como de las compañías de Tharsis y Riotinto.
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